En momentos la falta de recursos amarra al campo como nunca antes, la explotación de las áreas irrigadas por máquinas eléctricas se inscribe entre las prioridades de la Agricultura en Sancti Spíritus, una proyección que encuentra coherencia en la actual campaña de siembre de frío bajo un régimen de trabajo fuera de los horario de mayor consumo de electricidad.
Eduardo Jiménez Calzada, jefe del Departamento Agrícola en la Delegación Provincial de la Agricultura, comunicó a Escambray que si bien el territorio trabajó en el montaje de una siembra con diferentes cultivos en el entorno de las 30 000 hectáreas, se definió como una de las prioridades para garantizar los niveles de producción con más seguridad y rendimiento a las máquinas de riego eléctrico que dan cobertura a unas 560 hectáreas.
Actualmente la provincia dispone de 18 máquinas de este tipo, a la vez que se trabaja a partir de un crédito de Arabia Saudita en la reposición de dos de esas dotaciones, una en el Valle de Caonao, Yaguajay y, otra en Banao, Sancti Spíritus, declaró la fuente. “Está previsto que todas las máquinas trabajen en la campaña, no obstante, dada la contingencia energética en el país, se indicó a los productores no regar en los horarios picos y existe un registro por la Empresa Eléctrica sobre esa utilización”, expresó.
“La producción en las áreas donde están situadas las máquina de riego eléctrico —Valle de Caonao, Banao y zonas agrícolas de Cabaiguán— es muy importante, porque de ahí se espera el descargue de un nivel apreciable de viandas, hortalizas y granos; específicamente para frijol se utilizan alrededor de 300 hectáreas del suelo que se explota por esta vía”, señaló Jiménez Calzada.
Dentro del universo de la siembra invernal, las áreas bajo riego eléctrico representan bien poco, sin embargo, el especialista destaca el impacto de esos terrenos. “Es una producción intensiva, con garantía de agua, algo valioso porque la campaña transcurre después en el período seco; por ejemplo, el frijol plantado ahí tiene mayor seguridad de cosecha y puede representar más del 30 por ciento de la producción prevista en la provincia, grano que se destinará a semilla y otra parte al encargo estatal”, precisó.
De acuerdo a la valoración de Jiménez Calzada, si algo diferente se identifica en la actual utilización de las máquinas es el uso de la semilla. “Este año la semilla llevada a esos terrenos ha sido mejor manejada, es certificada y genéticamente superior; en otros pasos de la campaña el empleo de esas áreas no es del todo favorable si la comparamos con etapas similares, por ejemplo, para la preparación de tierra hay limitaciones de combustible, y la protección fitosanitaria descansa sobre bioproductos, hasta este momento es cero la entrega de fertilizante”, detalló.
¿Qué objetividad puede tener una campaña de 30 000 hectáreas en medio de un panorama tan adverso?
“El reto para los productores es fuerte porque hay reales limitaciones de recursos tan esenciales como el combustible para la preparación de tierra, mantener los cultivos y la posterior cosecha; no nos cansamos de reconocer el trabajo que están haciendo los productores, el riesgo que están corriendo porque la protección química contra plagas es cero; pero hay mucho esfuerzo por sacar adelante la campaña que garantiza alrededor del 60 por ciento de la comida del año próximo”.
Dígale a la fuente que en las máquinas de riego del valle de caonao lo que hay sembrado es millo,sorgo y soja y eso que yo sepa es comida animal.En Yaguajay el boniato,la calabaza y otras viandas no se encuentran tan fáciles.