Lleva una coleta a ras de la nuca y muy arriba, en el lado izquierdo de la cabeza, un lazo azul se prende del pelo para reforzar el desenfado juvenil que ya ha ido revelando tan solo con hablar lo mismo de los campamentos con los muchachos, que de la intervención comunitaria allá en Bayamo donde danzó improvisadamente, que de las copas deportivas o las bicicletadas, que de las inconformidades de los jóvenes a los que lidera sin imposiciones, sino como una más.
Rosabel Vega Lamadrid no tiene ni que decirlo, lo muestra en cada gesto y en cada palabra que coloca, a veces, con demasiada madurez para sus 17 años de edad: es habladora y leguleya y, tal vez, por eso el técnico de nivel medio en Derecho —que cursa en el Centro Politécnico José Ramón Fuerte, en Cabaiguán— se le ciñe de pies a cabeza.
Allí llegó por esa porfía suya de apostar siempre por lo que cree y lo que quiere, sin importar los sacrificios a los que tenga que imponerse. Tanto que ni siquiera se queja por lo que tiene que madrugar todos los días en La Aurora, donde vive, para llegar a tiempo a las clases en Cabaiguán, donde estudia.
“Paso más trabajo para virar, pero es que todo en la vida es un sacrificio y si no te sacrificas no vas a lograr nada. Además, yo amo mi carrera, me encanta y cuando termine mi técnico medio quiero seguir la licenciatura en la Universidad por encuentros”.
Es ese su plan; lo único que no se propuso fue resultar electa hace tiempo ya como presidenta de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM) en el municipio.
“Yo entré a la FEEM atendiendo la esfera de la Enseñanza Técnico Profesional. Me proponen como presidenta y yo no quería, porque para mí eso es una responsabilidad muy grande, pues tienes un municipio que depende de ti y los estudiantes. No haces nada con ser una buena presidenta si no eres una buena líder. Pero ha salido bien en mis pruebas y he aprendido que en el momento que hay una reunión tengo que ir a una reunión, pero cuando hay algo recreativo vamos para algo recreativo, lo que sea y siempre dando el ejemplo. Los muchachos me dicen que soy como esa lucecita que alumbra”.
Con los destellos que emana ha logrado motivarlos de a poco: da igual si es una acampada o un trabajo voluntario, un matutino especial o un desfile.
“En estos tiempos es muy difícil, porque los jóvenes están para el teléfono nada más y para más nada, pero nosotros lo que hacemos es motivarlos de una manera u otra, que se sientan identificados como estudiantes de la FEEM.
“Siempre hay estudiantes negativos que te dicen: no, yo no quiero. Cuando hicimos la bicicletada todos los centros urbanos buscamos carros de transporte de las distintas empresas, les pusimos banderas y aquel día no quedó una bicicleta en la escuela, los que no tenían se las pidieron a los profesores. Los motivamos de esa manera con actividades culturales, llevándolos a un campamento, al Hogar de niños sin amparo familiar para que sientan desde la carne propia”.
Es la forma de comprometer sin ataduras, de convencer desde la participación y el liderazgo. Y con la misma espontaneidad con que se dirige a los muchachos confiesa:
“Sí, me gusta que los estudiantes se sientan identificados conmigo. Yo les digo: ‘yo soy presidenta, pero háganse la idea de que soy una estudiante más de ustedes —que lo soy—. A veces se sienten cohibidos para decirme cualquier cosa y les digo, no, suéltenme lo que sea que si les puedo resolver el problema los ayudo, si no se lo paso a otra persona, pero ustedes lleguen a mí de la manera transparente que me puedan decir lo que sientan”.
¿Y qué significó ser electa la primera candidata directa de la provincia al Congreso Nacional de la FEEM?
Me sorprendió la elección y la manera en la que los estudiantes reaccionaron y me aplaudieron. Fue un honor haber sido seleccionada para la asamblea. Para mí fue un privilegio, pues ya conozco estudiantes de la provincia, pero sí quisiera conocer estudiantes de otros municipios y de otras provincias y ver cuáles son sus inquietudes; además de que nunca he ido a La Habana.
¿Qué preocupaciones de los estudiantes espirituanos trasladarías al Congreso de la FEEM? ¿Qué les inquieta?
Las principales inquietudes de los estudiantes de la Enseñanza Técnico Profesional aquí en el municipio son las prácticas y la ubicación laboral que, en algunas ocasiones, no son todos los estudiantes ni todas las especialidades, manifiestan que no los atienden bien en las prácticas y otra es que a veces les han dicho a dos o tres estudiantes nada más qué ubicaciones laborales tendrán y al resto los pondrán en una bolsa de trabajadores.
Otra inquietud es la formación vocacional. Se necesita que los licenciados, técnicos medios vayan a las escuelas y les expliquen desde su experiencia la carrera que han estudiado y lo que ha sido su vida después de graduado.
Otra preocupación es el material de estudio, que en algunas especialidades no está completo totalmente.
¿Quién eres?
Soy una persona que no estoy pa’ na, en el sentido de que da igual si soy presidenta o no, me gusta identificarme con los estudiantes y estar dentro de ellos. Me gusta el arte: cantar, bailar, el teatro… estudiar, el deporte. Soy la mayor de cuatro hermanos, los otros tres son varones y por ellos doy la vida y por mi mamá y mi papá. Soy una persona familiar.
Me gusta insertarme lo mismo con los viejos que con los jóvenes. Si te puedo hacer un bien lo hago, porque prefiero ayudar a que me ayuden. Aspiro a ser independiente, a seguir estudiando y si cuando termine la licenciatura en Derecho puedo hacer otra carrera, la hago.
¡Ah! Y me gusta hablar… demasiado, no sé si te has dado cuenta.
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