Cuba denunció este 22 de marzo los actos hostiles contra el equipo nacional que participó en el V Clásico Mundial de Béisbol, incitados y permitidos por las autoridades de Miami con el propósito de desestabilizar a los jugadores.
El Ministerio de Relaciones Exteriores condenó que durante el juego entre Cuba y Estados Unidos, en el estadio LoanDepot Park, la complicidad demostrada por las autoridades locales permitió y creó las condiciones para que estos actos tuvieran lugar, de manera abierta y con impunidad.
Mencionó en una declaración la incitación por parte de políticos locales y figuras que ostentan cargos públicos a la indisciplina, la agresión y el asedio y su tolerancia por las fuerzas del orden público.
Las acciones desestabilizadoras incluyeron agresiones directas, amenazas, uso de lenguaje ofensivo y vulgar, ataques lesivos a la moral del equipo de Cuba y otros incidentes dirigidos a menoscabar el ánimo de los atletas y perjudicar el espectáculo, añadió el texto.
Agregó que «se lanzaron objetos contra los peloteros y sus familiares, entre los que se encontraban mujeres, niños y ancianos, así como contra miembros de la delegación y representantes de la prensa cubana, y también contra espectadores que apoyaban al equipo de de la isla».
Supuestos espectadores, señaló, ingresaron en tres ocasiones al terreno, lo que puso en peligro la seguridad y estabilidad de los jugadores cubanos. Se profirieron reiteradas ofensas y amenazas a los atletas, en alta voz, cuando a estos le correspondía su turno al bateo o cuando se preparaban para entrar en el juego.
Se mostraron constantemente carteles con consignas políticas, lenguaje obsceno y vulgar, irrespetuosos hacia atletas y público en general, que interfirieron en el disfrute del juego.
De la misma forma, se utilizó ropa con frases e imágenes ofensivas, de contenido político, no permitidas por las reglas de la instalación deportiva.
Igualmente, se violó repetidamente el Código de Conducta para Huéspedes con del consumo de bebidas alcohólicas de manera irresponsable y la violación de los asientos asignados.
“Se trató de sucesos contrarios a la concepción de este tipo de eventos deportivos”, subrayó la Cancillería de la isla.
En la mayoría de las ocasiones en que representantes de la delegación cubana o de las Grandes Ligas (estadounidenses) se dirigieron a agentes de la Policía para denunciar a los transgresores, estos no actuaron, cuando sus acciones eran causas suficientes para la expulsión inmediata, citación, arresto u otras consecuencias legales, precisó el texto.
El Gobierno de Cuba alertó con suficiente tiempo al Gobierno de Estados Unidos, por los canales diplomáticos, sobre las amenazas públicas y abiertas que se concebían para empañar la participación del equipo cubano en el certamen, añadió.
El texto reconoció «la conducta del equipo estadounidense y su dirección que fueron respetuosas y conforme al espíritu deportivo que debe prevalecer en estos eventos; así mismo agradece a la numerosa afición y a todos aquellos que acogieron con alegría los resultados del equipo cubano.
“Por encima del odio, siempre prevalecerá el amor a Cuba y el amor al deporte”, concluyó la declaración.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.