El doctor Remberto Cruz Pérez, especialista en Nefrología y jefe de ese servicio en el Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos, de Sancti Spíritus, explicó a Escambray cuán difícil resulta enfrentar en esta área los impactos del bloqueo impuesto por los Estados Unidos a Cuba en un servicio de salud vital para pacientes con una enfermedad renal crónica.
Aseguró que los pacientes que desarrollan una enfermedad renal crónica con grado 5 que son los que necesitan una terapia de reemplazo renal, hemodiálisis y diálisis peritonial.
Comentó que en Cuba existe un mayor número de pacientes en la fase de hemodiálisis, solamente alrededor de un 6 por ciento de los pacientes que están en terapia renal están en diálisis peritonial y transplante renal, que después de la pandemia de covid ha disminuido en el país.
Enfatizó que para las tres modalidades, la mayoría de la tecnología, el material gastable y los medicamentos son importados; en hemodiálisis los riñones artificiales se importan desde países europeos, una tecnología que si no existiera el bloqueo se podría adquirir en los Estados Unidos y tuviese un menor costo en términos de transportación.
El doctor Cruz Pérez expuso que en la modalidad de diálisis peritonial existe una forma automática y las que no son manuales requieren un material gastable que el país debe importar; por tanto, si se traen desde Europa es mucho más costoso que si procediera de un mercado más cercano.
En el caso del trasplante renal, los recursos para los estudios inmunológicos que se necesitan para buscar la compatibilidad tanto en el trasplante cadavérico como en el de donante vivo y los medicamentos inmunosupresores que llevan estos pacientes o tratamientos de por vida también se adquieren desde un mercado lejano más costoso.
Reveló que antes del covid en Cuba había alrededor de 3 000 pacientes que requerían hemodiálisis y eso implicaba el gasto del 2 por ciento del Producto Interno Bruto del país, un dato que ilustran lo costosos que son estos programas de tratamiento de la enfermedad renal crónica.
En el 2022 en la provincia espirituana no se han practicado trasplantes de riñón y en lo que va del 2023 también la actividad está disminuida, mientras que la hemodiálisis se practica a más de 100 pacientes sin interrupciones de ningún tipo, teniendo en cuenta que esta es la única forma de mantener con vida a esos pacientes.
En la cabecera provincial se atienden estos casos, aunque también el municipio de Yaguajay cuenta con el servicio y Trinidad incursionará próximamente con una nueva sala de este tipo que ya cuenta con ocho riñones artificiales de un total de 24 donados a la provincia a partir de un crédito del Banco Francés para el desarrollo que ha beneficiado varios programas de salud en el país.
El embargo o bloqueo como se le quiera llamar permite la importacion desde Estados Unidos de medicamentos e insumos medicos al igual que permite la importacion de alimentos. Sería interesante saber la razón por la cual Cuba no lo hace.Es muy facil confirmar esto en Google.
Lazaro si fuera tan amable y nos explicara como encontrar esa información y nos demostrará con ejemplos que Cuba no lo compra pq no quiere. Recientemente hubo que acudir a manos amigas para poder obtener tratamientos quirúrgicos para niños con problemas renales.