Solo la conclusión de un estudio que demuestra una potencial inmunidad pasiva en los lactantes que se alimentaron con la lecha materna después de la administración de la vacuna Abdala a sus progenitoras bien valdría el aplauso para el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Sancti Spíritus.
Pero el desempeño de esa prestigiosa institución ha tomado alas bastante más allá y se ha convertido en una especie de Pegaso para la ciencia del territorio, no en el sentido originario de aquellas célebres criaturas fantásticas de la mitología griega, sino como el símbolo de la sabiduría que esos caballos alados representaron desde la Edad media hasta el Renacimiento.
Esta entidad, que acaba de recibir la Condición Colectivo Distinguido Nacional por sus resultados integrales, cuenta entre sus cosechas de los últimos años numerosos aportes, entre ellos la obtención de 36 nuevos hibridomas secretores de anticuerpos monoclonales contra 12 antígenos diferentes para su aplicación en la investigación-desarrollo de proyectos estratégicos y priorizados relacionados con la variante Ómicron de la Covid-19, el dengue, el cáncer cervicouterino, el diagnóstico forense e indagaciones agropecuarias, entre otros.
El CIGB del territorio también contribuyó al fomento y extensión de los cultivos transgénicos de maíz y soya en 16 bases productivas con Licencia de Seguridad Biológica para el manejo de estos cultivos en siete de los ocho municipios espirituanos y en más 700 hectáreas.
Además, la entidad logró la concesión de la patente “Método de obtención 1-Kestosa”, en Japón, Brasil y Malasia, y ya acumula 18 países que accedieron a este importante resultado; sumó siete publicaciones científicas en revistas de alto impacto; y contribuyó a la reanimación del Consejo Popular de Garaita, con un financiamiento superior a los 5 millones y medio de pesos, aportados a partir de sus propias utilidades.
En general, el Centro de Ingeniería Genética de la provincia consiguió ventas superiores a los 30 millones de pesos, fundamentalmente de reactivos biológicos y diagnosticadores; y logró resultados satisfactorios en auditorías externas del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos, el Centro Nacional de Sanidad Animal y el Ministerio de Comercio Interior.
En el contexto de la Jornada de homenaje al trabajador de la Salud, el colectivo del CIGB espirituano —acompañado por directivos sindicales, políticos y de ese propio gremio— premió a quienes ya suman allí entre cinco y 35 años de labor; y otorgó la Distinción Juan Tomás Roig a tres de sus trabajadoras por sus méritos alcanzados durante ya dos décadas de servicio.
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