Por varios años los vecinos de la calle Coronel Legón, esquina a Carlos Roloff, en la ciudad de Sancti Spíritus, han tenido que soportar las innumerables molestias que ocasiona la piquera improvisada de coches con caballos que se ha formado justo en esa área, sin que medie ningún tipo de orden o control sobre su funcionamiento.
Indignados y con muchísima razón, los residentes en esa zona escribieron una carta a la Redacción de Escambray donde enumeraron algunas de las más graves indisciplinas que a diario deben enfrentar, cuando ante la vista de todos algunos conductores de estos medios violan cualquier norma de conducta social durante su espera para completar el pasaje y luego dirigirse hasta las inmediaciones del Hospital Pediátrico, donde concluye el viaje.
“Ante la vista de todos —alegan los vecinos—, los cocheros hacen sus necesidades en las inmediaciones del edificio cercano al lugar y cuando se les llama la atención se manifiestan incorrectamente, la orina de los caballos corre por la calle y cuando el sol le da no hay quién soporte el mal olor. Además, el trasiego de los coches ha ido rompiendo el pavimento de la calle, que ya había sido reparada en su totalidad, a lo que se suman las palabras obscenas, el hecho de parquearse durante la espera en el patio del edificio donde se encuentra la cisterna, sin percatarse de que los animales se orinan y eso puede contaminar el agua. Por otra parte, es significativa la cantidad de coches que se agrupan en los horarios pico e impiden el tránsito de vehículos y peatones, entre otras indisciplinas”.
En la propia misiva se reconoce la crítica situación que presenta el transporte público, por lo que es necesario emplear estos medios para poder acceder a determinados lugares de la ciudad, pero también aseguran: “Conocemos las dificultades del transporte, aunque esto no puede dar lugar a situaciones que afecten la tranquilidad de las personas. ¿Por qué no aparecen por allí, autoridades del Ministerio del Transporte, Salud Pública, Tránsito o la PNR?, ¿dónde están los inspectores del Gobierno u otros que puedan poner orden a esta problemática?”. Así preguntan —y con razón— estos espirituanos cuando abogan para que se adopten medidas, convencidos de que siempre es posible una mejor tranquilidad ciudadana.
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