Premio de la Ciudad: Habemus convocatoria

¿Sentido común o trabajo consecuente? A esta hora poco importa la razón. Solo se disfruta que, finalmente y por vez primera, según la memoria colectiva del gremio artístico espirituano, con un año de antelación ya circula la convocatoria del Premio de la Ciudad 2024.

Con anterioridad, lo había alertado en más de una ocasión este medio de prensa: se había hecho con la premura de las cosas hijas de la improvisación y para cumplir con un frío papel o decisión de una reunión.

¿Las consecuencias? Escasa participación de obras en la mayoría de las manifestaciones. Más de una voz especializada y comprometida había advertido que el certamen languidecía por ese proceder y su ausencia durante varios años.

“Es una respuesta para que el factor tiempo incida en la posibilidad de trabajar —opina Ángela Fleita, directora municipal de Cultura en Sancti Spíritus—. Es importante que en cada uno de los consejos e instituciones se haga todo para garantizar una mayor participación”.

De ese modo, no solo será posible que aumente la presencia de obras en cada categoría: artes plásticas, literatura, artes escénicas, composición musical e investigación; sino que desde ya se ha convocado el estímulo y se aviva a quienes cumplen con los requisitos para enviar sus propuestas. Con tiempo las musas siempre encuentran su cauce.

“Sabemos que la premura ha limitado la presentación de obras, pero no es la única razón”, reconoce la directiva.

Por supuesto que la redacción y presentación del documento no resulta suficiente para situar el Premio de la Ciudad en su justo lugar. Corresponde ahora ponerla en las manos de todos los artistas e intelectuales. Dejarla sobre un buró, dentro de una gaveta o colgada en algún perfil de Facebook o grupo de WhatsApp no garantiza que en mayo del 2024 los jurados tengan suficiente contenido para evaluar.

“Corresponde de manera integrada dar una respuesta efectiva en la práctica y eso nos atañe a todos. Este Premio surgió como una vía de la Asamblea Municipal del Poder popular para retribuir a los creadores que tanto hacen por la villa del Yayabo”.

A pesar de las muchas alertas sobre la necesidad de cambiar las categorías en convocatoria, de acuerdo con las particularidades del contexto, para el 2024 se mantuvieron inamovibles. Si la composición musical y los estrenos en las artes escénicas, por ejemplo, no son abundantes en este territorio, ¿por qué insistir en ambas? Sería casi quimérico contar con una presencia digna en concurso.

Contradictoriamente, el Coloquio de la Cultura Espirituana, a donde llegan las propuestas de investigación, siempre ha tenido una asistencia garantizada. Mas, corresponde exigir que se presenten estudios con rigurosidad científica. El empirismo no puede tener cabida en la celebración.

“Hemos insistido en que la jornada de la villa donde se entregan esos lauros tiene que ser mucho más que la jornada de la cultura, porque tiene que convertirse en un acontecimiento. La realización de todas las evaluaciones de las obras en competencia resulta uno de los ingredientes que estremece a la misma. Por eso, aún nos queda mucho por lograr. No puede seguir sucediendo que solo se recuerde o mencione la Gala y la Asamblea Solemne. Esas son su colofón”.

Es el anhelo de quienes aman a la villa y la honran cada día. Que desde ya se mire con ansias el aniversario 510 de su fundación significa un buen augurio. Confiemos en que los deseos por trabajo no mermen para oxigenar desde lo mejor de la cultura y el pensamiento a la añeja urbe.

“Es reto y compromiso. Junto con la convocatoria, tenemos la primera versión del programa de la jornada. Eso nos da la posibilidad de trabajar en lo que queda de año y subir la parada con la llegada del 2024”, concluyó.