La presencia este jueves en Ecuador del senador estadounidense Marco Rubio para tratar cuestiones de seguridad genera cuestionamientos entre ciudadanos que critican al gobierno del presidente Guillermo Lasso por permitir ese tipo de injerencia.
Ecuador es un país soberano, usted váyase y dedíquese a sus tareas, no necesitamos tutelaje de ningún tipo, afirmó un usuario en redes sociales, mientras otros rechazan sus presuntas intenciones de ayudar a combatir el narcotráfico.
Más arrastrados y lamebotas, no podíamos caer más bajo, qué hace un descalificado congresista yanqui en el Ecuador, se preguntaba otro internauta en Twitter.
Rubio tenía previsto un encuentro esta noche con el presidente Lasso en la ciudad portuaria de Guayaquil, justamente para tratar temas relativos a la seguridad.
Previamente, en declaraciones a la prensa desde el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, el congresista norteamericano calificó su visita como “positiva” y manifestó interés por “fortalecer la seguridad, la prosperidad y la democracia”.
Por su parte, el ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, Juan Carlos Holguín, señaló que la presencia del legislador permitirá abordar también temas comerciales.
De acuerdo con analistas, Ecuador significa hoy un enclave de interés para Washington teniendo en cuenta el actual escenario geopolítico de la región latinoamericana.
Eso ha quedado en evidencia tras las numerosas visitas de altos funcionarios norteños a estas tierras andinas.
Desde el segundo semestre de 2022, Lasso recibió a numerosas autoridades estadounidenses, entre ellos Christopher J. Dodd, asesor especial del presidente Joe Biden para las Américas, y el secretario del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas.
Asimismo, también visitó Quito una delegación bipartidista del Senado encabezada por Bob Menéndez; la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, general Laura Richardson; y la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland.
En diciembre, el Congreso estadounidense aprobó la Ley de Asociación Estratégica con Ecuador, una normativa que generó opiniones divididas, mientras para el gobierno de Lasso constituye una oportunidad de ampliar la cooperación, para otros es sumisión e injerencia.
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