El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, concluyó este martes su estancia en Bruselas con varios encuentros en el contexto de la III Cumbre UE-Celac, entre ellos con la canciller de México, Alicia Bárcena.
En otra intensa jornada de trabajo en la capital belga, que acogió durante dos días el foro de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el mandatario también dialogó con el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk.
Asimismo, se reunió con el canciller alemán, Olaf Scholz, con quien compartió el interés en fortalecer y ampliar los vínculos económicos, comerciales y de cooperación bilaterales.
Antes, Díaz-Canel intervino en la plenaria de jefes de Estado y de Gobierno de la Cumbre, con un llamado a construir mejores nexos a ambos lados del Atlántico en beneficio de los pueblos.
Varios momentos emotivos vivió el dignatario en Bruselas, en particular su encuentro con la solidaridad y los cubanos residentes y su asistencia el lunes a un festival político-cultural de la Cumbre de los Pueblos, celebrada en paralelo a la Cumbre UE-Celac.
En la velada de los movimientos sociales y las fuerzas progresistas europeas, latinoamericanas y caribeñas, el presidente defendió el derecho de la isla a avanzar por su propio camino, sin injerencia foránea.
De igual manera, agradeció la solidaridad con Cuba y manifestó la urgencia de apostar por un nuevo orden internacional en el que dominen esa postura y la cooperación.
La solidaridad no puede bloquearse como se bloquean los alimentos, las medicinas y los equipos, es un arma indestructible de lucha y un mensaje de paz, expuso.
Cumbre UE-Celac rechaza bloqueo a Cuba y su extraterritorialidad
La III Cumbre de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) culminó este martes en Bruselas con una declaración final que rechaza el bloqueo estadounidense contra Cuba y su carácter extraterritorial.
En ese sentido, hace referencia a la más reciente resolución adoptada en la Asamblea General de la ONU, en noviembre pasado, sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la nación antillana desde hace más de seis décadas.
Asimismo, la declaración recoge los obstáculos a las transacciones financieras con la isla como resultado de su inclusión en la unilateral lista de Washington de países patrocinadores del terrorismo.
El texto aprobado por el foro de dos días expresa el compromiso birregional con la renovación y el reforzamiento de sus relaciones, “fundadas en valores e intereses comunes y en lazos económicos, sociales y culturales sólidos».
La Cumbre UE-Celac, que representa a 60 países y mil millones de habitantes, subrayó la voluntad de trabajar juntos para ser más fuertes ante los desafíos actuales, entre ellos la inseguridad alimentaria, la pobreza, las desigualdades y la crisis económica.
En otro de sus puntos, el documento aboga por favorecer nexos de amistad entre los pueblos europeos, latinoamericanos y caribeños, al margen de las diferencias en sus sistemas políticos.
Respecto al conflicto en Ucrania, refleja profunda preocupación, por el sufrimiento humano y las dificultades que implica para la economía mundial, situación frente a la que pide una paz justa y duradera.
La guerra de Ucrania generó tensiones en el foro, a partir de la postura europea de intentar sumar a América Latina y el Caribe en la cruzada contra Rusia, sin tener en cuenta que la Celac declaró la región una Zona de Paz en 2014, durante su segunda cumbre.
Al intervenir en la clausura oficial de la Cumbre de los Pueblos, encuentro que transcurrió en paralelo, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, aseguró que el único interés de la UE era el de abordar el conflicto.
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