Integrantes del capítulo de Nueva York de la Conferencia Nacional de Abogados Negros promueven una campaña en Estados Unidos que insta al presidente Joe Biden eliminar a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo.
La decisión de Biden de mantener esa designación va en contra del rechazo reiterado de la Asamblea General de las Naciones Unidas al bloqueo contra el país caribeño durante los últimos 30 años, expresaron Joan P. Gibbs y Rosemari Mealy, promotoras de una iniciativa surgida en la reciente Conferencia Internacional por la normalización de nexos entre ambas partes.
Según dijeron, retirar a Cuba de esa lista ilegal y unilateral no pondrá fin a las devastadoras restricciones comerciales, económicas y financieras impuestas bajo el bloqueo estadounidense de más de 60 años, pero podría aliviar el reforzamiento de esa hostil política.
Argumentaron que, entre otras cosas, la inclusión en esa relación dificulta a Cuba la realización de transacciones internacionales o la obtención de préstamos para alimentos, medicinas e infraestructuras esenciales para su pueblo.
Publicado en el periódico Amsterdam News, el texto recordó que mientras el demócrata hacía campaña para la presidencia “prometió revertir las sanciones draconianas impuestas a Cuba” por Donald Trump (2017-2021).
Sin embargo, Biden continuó “con la mayoría de las casi 250 sanciones de Trump, incluida la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo que tomó durante sus últimos días en el cargo», agregaron.
Pero pese al férreo cerco y la permanencia en esa lista, Cuba “sigue teniendo mayor esperanza de vida, menor mortalidad infantil y materna, mejores resultados sanitarios, mayor alfabetización, más educación y menos violencia que Estados Unidos», señalaron las también activistas solidarias.
Por ejemplo, un reciente informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades arrojó que en 2020 la tasa de mortalidad materna para las mujeres negras no hispanas fue de 55,3 por cada 100 mil nacidos vivos, o sea, 2,9 veces la tasa de las blancas no hispanas, añadieron Gibbs y Mealy.
Biden podría acabar de un plumazo con esta designación, afirmaron al advertir que para hacerlo el mandatario no necesitaría contar con el Congreso.
En una serie de acciones celebradas los días 14 y 15 de marzo en Nueva York en la Conferencia, cientos de activistas de todo Estados Unidos hicieron la misma exhortación a Biden, comentaron al anticipar que a esas jornadas seguirá una masiva manifestación ante la Casa Blanca el próximo 25 de junio.
Cuba fue incluida inicialmente en esa relación en 1982 durante la administración de Ronald Reagan hasta 2015 en que fue sacada por el entonces presidente Barack Obama, en el contexto del restablecimiento de relaciones entre Washington y La Habana.
El Gobierno de Cuba reconoció en ese momento la justa decisión porque se trata de una lista en la que nunca debió figurar, sobre todo teniendo en cuenta que ha sido víctima en las últimas seis décadas de cientos de actos de terrorismo planificados desde Estados Unidos que costaron la vida a tres mil 478 personas e incapacitó a otros dos mil 99.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.