Durante los próximos meses continuarán las acciones para incrementar los niveles de potencia del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y asegurar la estabilidad del servicio a la población y a las actividades económicas, aseguró este jueves una fuente autorizada del Ministerio de Energía y Minas.
Según Vicente de la O Levy, titular de ese organismo, en el año se trabajará para estar en mejores condiciones en comparación con 2022, si bien se pueden reportar afectaciones, nunca serán de diez horas promedio como sucedió en los meses anteriores.
Se priorizan hasta marzo los mantenimientos planificados en las termoeléctricas en aras de contar con reservas y enfrentar la temporada de verano, cuando aumenta el consumo de energía.
El ministro manifestó en el espacio radiotelevisivo Mesa Redonda que a finales de febrero la central de Felton, ubicada en la provincia de Holguín y uno de los mayores bloques generadores de Cuba, se incorporará al Sistema con 250 megawatts (MW), luego de haber sido objeto de mantenimiento.
Después se programan acciones similares en la unidad cuatro de la Carlos Manuel de Céspedes y en la unidad seis del Mariel, la que adicionaría 100 MW al SEN.
Antes de mayo se prevé tener unos 300 MW en los emplazamientos de Mariel y Moa, detalló el titular, y precisó que hasta ese mes se mantendrán niveles de afectaciones de tres horas como promedio para, de manera paulatina, cumplir con las acciones programadas en la estrategia.
Al referirse al mayor bloque unitario del país, la termoeléctrica Antonio Guiteras, dijo que sus condiciones técnicas son extremadamente críticas, por los años de operación sin los mantenimientos necesarios a causa de la falta de recursos, pues su recuperación necesita de más de 40 millones de dólares en un periodo no menor a los seis meses.
Comentó que al cierre de 2022 se logró disminuir los apagones a la población por la asignación de nuevos financiamientos, el esfuerzo de los trabajadores del sector y la incorporación de generación móvil.
En ese sentido, De la O Levy destacó que las siete centrales eléctricas flotantes (conocidas como patanas) sincronizadas al SEN, y otra que lo estará pronto, reportan más de 600 MW y han sido el mejor negocio para enfrentar la crisis energética de Cuba por la rápida incorporación de potencia.
Es como si hubiéramos comprado una gran termoeléctrica, pero en este caso pagamos esa generación móvil durante 17 años todos los meses, subrayó.
Ante inquietudes de la población, el directivo informó que se espera incrementar el número de patanas, las cuales se ubicarán en el oriente del país, tras cubrirse las grandes zonas de consumo y demanda en occidente.
El ministro de Energía y Minas explicó que la solución a largo plazo será el empleo de fuentes renovables de energía, recursos que no se pueden bloquear-, como sucede con la generación eléctrica por la política injerencista de Estados Unidos-, y cuya tecnología para mantener es menos compleja que la reparación de las termoeléctricas, pese al alto costo de la inversión inicial.
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