“Lo que empezamos a fundar y a construir el pasado año desde la izquierda, con una cantidad más reducida de comunicadores, de comunicadores progresistas, con una enorme vocación por encontrar solución a los problemas del mundo, se ha consolidado en este encuentro que ha tenido un nivel altísimo de debate.”
Así valoró en la noche de este martes el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante un encuentro que tuvo lugar en los acogedores salones del Palacio de la Revolución, con participantes de la segunda edición del Coloquio Patria.
Gracias por su presencia en Cuba, les dijo el dignatario, quien consideró como “una victoria lo logrado con esta nueva edición del Coloquio, donde se han discutido ideas muy interesantes”.
Se debatieron muy profundamente –reflexionó– las causas que conducen a que los medios en poder del imperio promuevan campañas de odio, de mentiras y de calumnias en contra de los procesos revolucionarios.
Justamente sobre eso tiene mucha experiencia Cuba, a quien constantemente se asedia e intenta llenar de falsedades desde los medios reaccionarios.
En tal sentido, el jefe de Estado compartió con los presentes varios ejemplos sobre incidentes que han sido manipulados y como consecuencia de ello han traído consigo graves problemas para nuestro país. Tal es el caso, comentó el presidente Díaz-Canel, del “famoso pretexto de los supuestos incidentes sónicos en La Habana, por lo cual Trump aplicó 243 medidas para recrudecer el bloqueo a Cuba”.
A pesar de que desmentimos esa falacia, comentó, la “historia se siguió moviendo como una bola de nieve que va cayendo por una montaña y se va haciendo más grande. Hoy la mentira está deshecha, pero las 243 medidas que recrudecen el bloqueo están en pie”.
“Luchar contra la mentira tiene un precio, y todos nosotros estamos pagando ese precio defendiendo la verdad; pero es lo más digno que podemos hacer si queremos un mundo mejor; es lo más revolucionario que podemos hacer para romper el hegemonismo que nos pretenden imponer y el colonialismo con que nos quieren conquistar en los medios actualmente”, subrayó el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Por eso, significó el mandatario cubano, en nuestra modesta opinión “tiene un valor tremendo esta segunda edición del Coloquio, y tienen un valor tremendo todas las ideas que entre todos hemos compartido”.
Ahora el problema –afirmó– está en “cómo implementamos y le damos seguimiento a lo que se ha estado discutiendo”.
Nosotros, aseguró, vamos a hacer todo lo posible, “desde nuestras estructuras partidistas y desde nuestras estructuras de Gobierno, para llevar a efecto las propuestas, de conjunto con otros gobiernos amigos, para que el año próximo, cuando en esta misma fecha estemos haciendo el tercer coloquio, porque va a haber Coloquio por toda la vida, no estemos discutiendo solo de diagnóstico, sino que analicemos qué hemos aportado y cuáles son los resultados obtenidos a partir de las propuestas y cómo se han implementado”.
“Es una tarea difícil, pero lo vamos a hacer”, aseveró.
Al referirse a los conceptos de articulación y descentralización, ampliamente analizados durante los debates, el presidente Díaz-Canel consideró que son “dos conceptos que se unen y no necesariamente deben ser separados como contrarios”.
En una noche de compromisos y más diálogo, el mandatario cubano habló a los presentes de la necesidad de construir una cultura y una educación que prepare a los pueblos para asumir esta importante batalla; de diseñar plataformas para la preparación política en comunicación y el apoyo que pueden significar en ese camino el Instituto Internacional de Periodismo José Martí y las universidades cubanas; de preparar a quienes formarán a los futuros profesionales; de reevaluar, recalificar, y defender siempre los principios de la izquierda.
Y en ese propósito, destacó, “vamos a luchar unidos, y vamos a luchar como nos enseñó el Ché, con la convicción de que lucharemos hasta la victoria siempre”.
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