Como pidió en una de sus últimas declaraciones, a Rafael Daniel se le recordó tan criollo, dicharachero, buen amigo, el vecino de la calle Agramonte y todoterreno en el periodismo durante la primera sesión de la peña Gente Nuestra, de la Cátedra Honorífica Juan Antonio Borrego.
Reunidos amigos, colegas, su hijo Dany y quienes lo conocieron a través de la pantalla, en la casa que también le dio cobija: el periódico Escambray, justo cuando la tinta en el papel desprendía el olor de un diario recién estrenado, anécdotas y elogios de acuerdo a su estatura tomaron la palabra.
“Llegó aquí como profesor del Pedagógico —rememoró Pastor Guzmán, otro de los fundadores del referido medio de prensa—. Jamás dijo no a una tarea. Con su entusiasmo ante cada cosa que se proponía asumió muchos retos. No paraba dentro del periódico. Cubría la zafra, entonces. Recuerdo que era un amante de la fotografía”.
Una entrega a la profesión que solo cesó con la muerte y mereció más de 200 lauros entre provinciales y nacionales, así como la admiración eterna de colegas y audiencias.
Fue fundador, además, de la popular revista informativa Haciendo Radio, de Radio Rebelde y de Centrovisión, donde se le considera como “imprescindible” por ser el maestro de quienes se aventuraron a erigir la televisión local.
“No creo que en el gremio alguien no sienta satisfacción de haber compartido junto a él. El arte de escribir lo tenía por dentro. Vivió con mucha humildad. Su mejor carrera la hizo por la televisión. Y aunque no se graduó como Periodista nació con las herramientas para trabajar en todos los medios”, alegó José Luis Camellón, reportero de Escambray.
Entre tantas historias, se volvió al año 1984 cuando en plena Plaza de la Revolución de Sancti Spíritus, el entonces primer secretario del Partido, Joaquín Bernal Camero, reconoció que Rafael Daniel mantuvo diariamente la publicación de un reportaje sobre la zafra. Si no es un récord, seguro que en cuestiones periodísticas fue un buen average.
También, estuvo presente su cofradía como amigo, padre e hijo de Elena, la madre presente a toda hora. Y, claro, aquellas expresiones tan propias de Rafael Daniel capaces de romper los aires más hieráticos y protocolares imaginados. Quizás, esa forma tan propia lo hizo develar como pocos profesionales de la palabra las fibras humanas de sus entrevistados.
La Cátedra Honorífica Juan Antonio Borrego Díaz, de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez (UNISS), con el auspicio de la Unión de Periodistas de Cuba y la Asociación de Comunicadores Sociales, abre sus puertas, justo en el aniversario 60 de la UPEC, a la peña Gente Nuestra —en homenaje a la sección que publicara en 1990 Escambray— para enaltecer el aporte de figuras de diversos oficios y profesiones poco visibilizadas, o de otras con un desempeño más reconocidos.
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