Cuando la cuenta regresiva de los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile marca menos de un mes, Sancti Spíritus desempolva su rica historia en estas lides, como suele ocurrir cada vez que suceden convocatorias a citas múltiples, sobre todo regionales.
Por lo que se conoce de los clasificados y aspirantes, se sabe que, aunque no será tan nutrida como en otras versiones, lo importante es que la tierra del Yayabo mantendrá su presencia en este tipo de evento, algo que ha logrado de manera casi ininterrumpida desde el nacimiento de los Panamericanos en Buenos Aires, Argentina, en 1951, cuando solo intervinieron unos 2 500 atletas en cerca de una veintena de deportes.
Le tocó al pelotero Nelson Canvert inaugurar la participación de los espirituanos en ediciones continentales. En 18 citas, sin contar la que está por iniciar el próximo 20 de octubre, rondan los 150 atletas del patio que han plasmado sus nombres en esos anales.
Aunque muchos de estos protagonistas yacen empolvados en el olvido, lo trascendente es que su impronta está impregnada por el privilegio de la participación y, mejor aún, por su aporte al medallero cubano, uno de los más enjundiosos entre todas las naciones participantes.
A juzgar por los resultados, la eficiencia ha marcado esa presencia si tenemos en cuenta que el total de medallas ronda las 150, aunque, tal como se advertirá, varios atletas son multimedallistas y en la lista se contemplan quienes han logrado físicamente su presea en deportes colectivos.
La contribución ha sido diversa en cuanto a disciplinas: atletismo, béisbol, boxeo, baloncesto, ciclismo, canotaje, kayak, hockey, lucha, judo, esgrima, patinaje, natación, remo, softbol, voleibol, gimnasia artística, tiro deportivo y tiro con arco.
Entre todos resalta el remo, que suma 14 participantes y casi una treintena de medallas. También el tiro deportivo, con una participación similar y una veintena de preseas; el atletismo, con cerca de una docena; el béisbol, con similar cantidad y medallistas en todas las participaciones, excepto en Lima, Perú; el softbol, que supera la decena de atletas con destaque para José Luis Quintero (cuatro participaciones y cuatro medallas de bronce) y Redelio González, Esteban Groero y Héctor Merino, con tres asistencias a este tipo de evento.
Río de Janeiro 2007 es el referente principal en cuanto a eficiencia. En la cita brasileña Sancti Spíritus tuvo su mejor cosecha de medallas con 21 y de títulos con 11, además de lograr tres de plata y siete de bronce con 24 asistentes, 18 de los cuales fueron por primera vez a una cita panamericana.
El Panamericano de Guadalajara también fue espléndido para los espirituanos al alcanzar 14 preseas, 10 de ellas de oro. Toronto 2015 registró la mayor cantidad de asistentes, con 27, aunque la cosecha fue muy inferior; en tanto, en la versión más reciente, la de Lima, Perú, en el 2019, la delegación del Yayabo archivó un oro, cuatro de plata e idéntica cantidad de bronces.
Como es común en estas citas, varios atletas le han puesto un sello singular a esa historia con un significativo aporte al medallero de la isla, mucho más tras la apertura de la EIDE Lino Salabarría, por lógica, el principal centro escultor de atletas.
A la hora del recuento, un aparte merecen quienes se inscriben en el capítulo de los multimedallistas. Con ribetes dorados ha de resaltarse a la tiradora Eglys de La Cruz Farfán, que atesora varios récords, como el de ser la atleta espirituana con mayor cantidad de participaciones, desde Santo Domingo 2003 hasta Lima, Perú, en 2019 (igualada con la remera Mayra González) y, mejor aún, es la tiradora cubana con mayor cantidad de medallas en la historia de los juegos con cuatro de oro, igual cantidad de plata y una de bronce. Eglys figura además en lo más selecto del continente en el acumulado de medallas y títulos, lista que enaltecen la estadounidense Connie Petracek, con cinco de oro y dos de plata, y la canadiense Christina Schulze-Ashcroft, con cuatro de plata e igual número de bronce.
Con idéntica cantidad de títulos (cuatro) aparecen el pelotero Lourdes Gurriel, el tirador Jorge Félix Ríos (ganadas todas en una misma cita: La Habana 91) y el canoísta Serguey Torres, este último también con un bronce.
Ya mencionamos a Mayra González, quien a sus cinco participaciones se une la hazaña de ser la espirituana con mayor cantidad de medallas: 10 (3-1-6).
Mención especial también para la ciclista Yumari González, con cuatro incursiones y siete medallas (1-2-4); el triplista Yoelbi Quesada, con cuatro citas, tres títulos y una medalla de bronce, y la mítica Aurelia “Yeya” Pentón, quien conquistó dos de plata y dos de bronce en esa propia cantidad de citas continentales.
Otros que honran esa historia son los peloteros Frederich Cepeda, Eriel Sánchez y Yulieski Gurriel, con dos títulos, además del logrado por el mítico José Antonio Huelga en Cali 71.
Un lugar en este recuento se ha ganado igualmente la gimnasta Leyanet González, con dos de oro, dos de plata y una de bronce, y el pesista Rafael Gómez Franklin, quien en Mar del Plata 95 obtuvo tres títulos cuando se repartían preseas en los tres eventos.
Multimedallstas resultan, asimismo, la remera Maurenis Hernández, con cinco, y Hemeregildo Palacios, con tres.
Resalta entre las historias de este siglo y constituye todo un hito el hecho de que el único título de la arquería cubana en la historia de estas lides lo aportó un espirituano: Adrián Puente, en la edición del 2007 en Río de Janeiro.
Otros registros distintivos constituyen los dos triunfos de Modesto Verdura ante el equipo de Estados Unidos en la versión brasileña de Sao Paulo, en 1963.
La historia de Santiago de Chile está por escribirse. Sancti Spíritus aspira a que en esos 17 días crezca su historia panamericana con nuevos o repetidos medallistas.
Interesante comentario, FELICIDADES a todos, grandes deportistas y humildes hijos de la tierra del Yayabo, saludos.