Detrás de la computadora actualizan todos los documentos del día. Mientras registran cada dato, cada fecha, y hasta el lugar exacto de los acontecimientos, casi siempre, del otro lado de la línea telefónica hay alguien que espera por sus servicios para agilizar alguna gestión. Y allí están ellas, prestas a extender su mano y a desbrozar el camino de la desinformación.
En medio de este ajetreo, muchas veces ni tienen tiempo para un café. La mayoría son mujeres entregadas a la secretaría, un oficio que rara vez alguien reconoce o agradece su existencia.
Quizás por ello, cuando este 26 de abril se celebra el Día Interamericano de la secretaria, Emma Rodríguez Muro, quien está al frente de este oficio en Sancti Spíritus, comparte con Escambray la esencia de una labor que distingue por la ética y la profesionalidad.
“Las funciones de una secretaria son varias. Entre ellas destaca la de asistir a su jefe inmediato en las actividades administrativas. Además, atiende y orienta a los visitantes; le transmite a su jefe información de lo ocurrido en el día; domina el archivo, lleva a cabo el protocolo; actualiza la agenda de su jefe y la suya propia; atiende el teléfono, y hasta se encarga de montar un evento”, refiere Rodríguez Muro, quien carga sobre sus hombros el privilegio de haber sido secretaria durante 24 años.
Y a pesar de no ejercer directamente este oficio desde hace algún tiempo, no olvida que una verdadera secretaria debe “ser gentil, rápida, y estar bien informada”. Tanto es así que conoce al dedillo cómo transcurre la rutina diaria de estas féminas.
“Una buena secretaria tiene que saber dónde está su jefe si no se encuentra en la oficina; responder cuando llega un visitante; informar de inmediato sobre lo que le pregunten y, si no tiene conocimiento, tiene que buscarlo. No puede faltarle la seguridad, el autocontrol, la previsión, el orden y, mucho menos, la virtud de ser muy discreta, leal y fiel a su jefe y a su profesión”, agrega la actual especialista en Cuadros de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez (UNISS).
Con este empeño salen todos los días para ser el rostro y la voz de diversas empresas de la provincia. Las vemos lo mismo en el sector de la Educación, la Salud, el Turismo, la Construcción, la Agricultura…, en cada uno de ellos apuestan por estrechar el vínculo con el público y las autoridades.
“La atención que deben sostener las secretarias con las personas debe ser adecuada. No pueden hacer esperar a quienes llegan a la oficina. Cuando el jefe no está, es cuando más tienen que permanecer en el trabajo para responder a las tareas del jefe. Es un trabajo muy bonito. Para mí es una profesión maravillosa”, confiesa Emma.
Sin embargo, para la mayoría de las personas la labor de las secretarias no supera el simple hecho de atender el teléfono, un estigma que hoy lacera el reconocimiento de todas las mujeres que desempeñan este oficio.
“Hoy este trabajo no se reconoce como debería. Creen que se limita a atender el teléfono o teclear algunos documentos cuando en realidad va mucho más allá”, constata la especialista.
Aun cuando la sociedad todavía no ensalza lo suficiente esta labor, quienes la ejercen sienten orgullo de lo que hacen. “Es una profesión que implica mucho amor, respeto, porque todo jefe tiene que tener una secretaria…, una buena secretaria”, concluye quien lidera la red de secretarias en Sancti Spíritus.
Sin dudas, este 26 de abril quienes asumen este rol aprovechan la oportunidad para encumbrar mucho más su trabajo, ese que las hace permanecer detrás de una computadora, un teléfono, al frente de un evento o un grupo de visitantes. Ahí están siempre, con la voluntad expresa de acortar las distancias.
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