Somos un ejemplo para muchas parejas

“Siempre estuvimos a la expectativa de la aprobación del código, en cuanto dieron la aprobación no dudamos en hacerlo porque era un sueño que teníamos desde que formalizamos nuestra relación”.

Estas son las palabras de Reynier Alfredo Fernández Valdivia, licenciado en Enfermería, quien, junto a Enrique Verano Pérez, técnico en Contabilidad, desde hace 16 años vive su historia de amor en una sociedad de derechos, aunque todavía con prejuicios, pero con un sueño cumplido: el matrimonio.

La pareja es el primer matrimonio masculino en oficializarse en Taguasco, un municipio espirituano en el que se han celebrado cuatro, de un total de 64 en la provincia de Sancti Spíritus, cuya cabecera provincial ha efectuado 23 y prevalece la unión concertada entre mujeres más que de hombres.

¿Cómo fue aceptar su sexualidad en un pueblo pequeño como Taguasco décadas atrás?

Fue bastante difícil, pues Taguasco es un pueblo pequeño con una población envejecida, donde priman las familias campesinas con muchos tabúes propios de las costumbres de sus ancestros. Al principio nos daba miedo, pena, principalmente con la familia, pero después afrontamos la relación con mucha valentía.

¿Cómo se conocieron? Soy testigo de que su relación matrimonial ha estado formalizada mucho antes de ser aprobado el Código de las Familias, ¿fue una situación complicada o mal vista en un principio?

Nosotros mantenemos una relación sólida, la cual alcanza los 16 años, ¡una vida! Todo comenzó en el 2007, se celebraban en Taguasco los carnavales, que por aquellos tiempos eran todo un suceso cultural, desde que nos vimos hubo química, atracción, amor a primera vista.

¿Qué relación han experimentado ambos con sus familias y la sociedad?

Con la familia sí enfrentamos algunos prejuicios, pero en la sociedad somos una pareja como cualquier otra, somos queridos y respetados, tenemos amistades sólidas, compartimos momentos lindos en el hogar, en fiestas.

¿Ha existido algún tipo de discriminación en sus centros laborales?

En mi centro laboral todo fluye, los compañeros de trabajo respetan nuestra orientación sexual, aunque siempre hay miradas indiscretas, que obviamos porque somos una pareja que sabe lo que quiere.

Es la primera vez que en Cuba una ley se somete a referendo popular una instancia solo reservada para la Constitución y un asunto que generó inconformidades en una parte de la ciudadanía cubana puesto que este código llegó luego de 25 versiones con la novedad del matrimonio igualitario, la gestación subrogada y la adopción por parte de parejas homosexuales.  

¿Han pensado en expandir su amor con la adopción y engrandecer el hogar que han creado?

Sí hemos considerado expandir la familia, porque para que los hijos crezcan sanos y felices lo único que necesitan es amor, y es este un sentimiento que sobra en la relación que mantenemos.

Nos consideramos una pareja con mucho amor, con sueños por cumplir, con proyectos de vida igual que cualquier otra, me atrevería a asegurar que somos un ejemplo para muchas parejas.