Rostros que rompen con lo habitual. Cuerpos que gravitan. Huellas sostenidas de figuras distantes de lo conocido. Demasiada humanidad escondida en cada imagen. Colores pastel, luz, sombras…
Son algunas de las particularidades de la exposición fotográfica Soñar no es pecado que cuelga de las paredes de la Galería de Arte Oscar Fernández Morera, de la ciudad del Yayabo; hija del talento y las horas frente a la computadora de Diuber Sicilia Camacho.
“Es una serie conceptual. Utilicé más de una instantánea y gracias a las tecnologías manipulé las fotografías”, utiliza como carta de presentación.
Surgieron durante los días más fuertes de la covid. Fue la vía perfecta de este artista taguasquense para canalizar sus incertidumbres y dudas sobre una situación atípica, inesperada.
“A veces nos encerramos, nos enclaustramos, aferrados a las desesperanzas. Entonces, me motivé a crear, a fin de proyectar cómo se rompe esa relación y cómo los seres humanos somos capaces de salir adelante”.
Cada espectador hará su propia lectura. Frente a sus ojos están los múltiples discursos: el bombardeo mediático, la espera que desespera porque del otro lado de casa hay un virus desconocido, la vida que florece hasta en el desierto, la lucha constante por desatar amarras ilógicas impuestas por la hegemonía social…
“La fotografía digital me permite crear nuevas realidades. Incluso, en esta serie, a diferencia de la primera expuesta aquí, Los sueños de la razón, utilizo el cuerpo humano. Algunos son de las instantáneas que realizo con fines comerciales. Pero este trabajo no me ha hecho abandonar la fotografía conceptual y documental”.
Soñar no es pecado nos presenta a un Diuber mucho más maduro desde la creación, un artista que, fotografía a fotografía, ha crecido en un medio complejo y en constante evolución.
Ha aprendido a utilizar los colores, a coquetear con las técnicas que nos trasladan al séptimo arte de la década de los 50, y a lograr que confluyan en un mismo tono varios discursos.
“Sé el valor del blanco y negro, pero busco la reflexión en el color que, como sabemos, psicológicamente influye mucho, juego con las tonalidades y les impregno textura”.
Y bajo esos conceptos, anuncia sus próximas series: El reino de las lunas pálidas y La muchacha que amaba los cuervos; ambas en espera de ser disfrutadas más allá de las redes sociales.
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