La aerolínea estadounidense Jet Blue suspendera sus vuelos a Cuba a partir del 17 de septiembre, generando reacciones en sectores que abogan este viernes por cambiar la política del presidente Joe Biden hacia la isla.
La reducción de vuelos a Cuba de Jet Blue es resultado primero de las políticas de Donald Trump de asfixia al pueblo cubano, a la economía de la isla que, como consecuencia también le crea problemas a compañías estadounidenses, expresó en declaraciones Prensa Latina el activista Carlos Lazo.
Muchas de esas empresas -recordó- esperaban que con la política de los años de Barack Obama (en la última etapa de su mandato) de acercamiento entre los dos pueblos eso sería una política de oportunidades de negocios para empresarios y compañías norteamericanas.
Pero es desafortunado que Biden continuara con la política de Trump y que como resultado las compañías norteamericanas como Jet Blue tengan que reducir o cortar sus vuelos a Cuba, subrayó el coordinador del Movimiento Puentes de Amor.
Si hubiesen seguido las políticas de acercamiento de entre los dos pueblos, de la etapa Obama (2009-2017) lejos de cortar vuelos se habrían incrementado los mismos, las rutas, y ojalá ese sea el futuro de de las relaciones entre nuestros dos países: no a la asfixia al pueblo cubano y que se construyan puentes de amor, subrayó Lazo.
La decisión es otro ejemplo de cómo la normalización no ha avanzado bajo Biden, expresó por su parte en la plataforma X (antes Twitter, la copresidenta de la Red Nacional de Solidaridad con Cuba, Calla Walsh.
Mientras un internauta que se identificó como Justin Roig dijo que “Biden es literalmente lo mismo que (Donald) Trump en cuanto a la política hacia Cuba” al mantener y “agregar nuevas sanciones”.
Entretanto, el medio digital Belly of the Best señaló que la disposición de Jet Blue cita “cambios en el panorama regulatorio desde su vuelo inaugural en 2016 durante el deshielo entre Estados Unidos y Cuba”.
Enfatizó que “Biden no ha tocado sanciones clave de Trump, como la designación SSOT (estados patrocinadores del terrorismo) de Cuba, que desalienta los viajes europeos hacia/desde Cuba a través de Estados Unidos”.
Más allá de un comunicado publicado por la aerolínea, no ha habido información oficial de las autoridades estadounidenses al respecto, escribió el periodista puertorriqueño Luis De Jesús Reyes.
De ser así, constituiría “un duro revés en la -ya de por sí limitadas- política de relaciones con Cuba de la administración Biden, subrayó en su mensaje.
JetBlue fue, en 2016, la primera compañía aérea local en operar un vuelo comercial entre los dos países en más de 50 años.
Según los argumentos para la salida de la isla, la aerolínea plantea además que distribuirán los aviones en sus “rutas de mayor rendimiento, donde la demanda de las tarifas bajas y el servicio galardonado de JetBlue está creciendo”.
En 2019 la administración del entonces presidente republicano Donald Trump, como parte de su política de máxima presión contra Cuba, suspendió todos los vuelos a las provincias del país caribeño, excepto hacia su capital.
Pero en mayo de 2022 en un grupo de medidas que dio a conocer el actual gobierno de la Casa Blanca otorgó licencia a aerolíneas como Jet Blue para aumentar sus operaciones en la nación antillana.
Prensa Latina intentó comunicarse con la empresa a través de su teléfono de atención directa al cliente, pero no obtuvo comentarios; solo la respuesta automatizada relacionada con el tiempo de espera en línea ante dificultades tras el huracán Idalia, que impactó el pasado miércoles el territorio de Estados Unidos.
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