El 20 de mayo de 1902 fue declarada oficialmente la República de Cuba de la cual fue electo Tomás Estrada Palma, antiguo Presidente de la República en Armas, como su primer presidente, la bandera cubana se izó en todos los edificios públicos y también, por iniciativa popular, en muchas casas y sitios particulares porque el hecho era cierto: Cuba alcanzaba su independencia como colonia española tras un largo proceso insurreccional que duró unas tres décadas.
Para quienes vivieron la época llena de guerras, esclavitud, pobreza y el dominio español debió ser un día feliz, pero también de muchas dudas y expectativas porque ya rondaba el fantasma de la Enmienda Platt y quedaba la duda: ¿Podría Cuba mantener su independencia en aquellas condiciones como lo pensaron los grandes líderes independentistas y las huestes mambisas?
No hay dudas de que la fecha constituye un peldaño más en la larga batalla de los cubanos. Tiene, además, distintos simbolismos, pero no puede olvidarse que esa fue la variante que tuvieron que crear ante la resistencia del pueblo cubano y además de que no pudieron imponer la anexión por alcanzar la soberanía nacional y la justicia social.
Pero lo que pudo borrar los laureles de la nueva República lo nubló un infortunio llamado Enmienda Platt y las relaciones neocoloniales implantadas por el imperialismo norteamericano, por eso el 20 de mayo también tiene un lado oscuro y de frustración. Ese día se inauguró en Cuba otra forma de dominación extranjera, distinta al colonialismo español: el neocolonialismo norteamericano. La aparente soberanía alcanzada escondía un yugo de nuevo tipo y más despiadada.
Existe otra referencia sobre el origen de la fecha, tan nefasta como la anterior, que da cuenta que en 1912 algunos integrantes del anterior Ejército Libertador, la mayoría de estos negros y militantes del Partido Independiente de Color, trataron de derogar la ley Morúa, un proyecto modificativo de los artículos de la Ley Electoral, específicamente su artículo 17 con el objetivo de eliminar de la vida política los Independientes de Color basándose, según ellos, en evitar una lucha racial en Cuba. Muchos se sumaron a las acciones de presión al gobierno del segundo presidente que tuviera la República José Miguel Gómez, ya que esta ley les impedía ser partícipes de las elecciones como organización política.
La protesta realizada por estos hombres fue conocida en la historia como el alzamiento del 20 de mayo de 1912 y terminó con una sangrienta represión. Hubo grandes pérdidas humanas, la mayoría negras y mestizas. Se cuenta que fueron alrededor de 3 000 las víctimas y casi todos eran integrantes del Partido Independiente de Color.
Hay otra explicación que da pie al famoso refrán cubano, la cual se encuentra relacionada con el tropical clima de Cuba. En mayo es que comienza la temporada lluviosa y por lo general para el día 20 ya ha caído mucha lluvia sobre el territorio nacional. Según la tradición caen aguaceros que lo limpian todo, por tanto, se podría decir que para purificar a alguien le debía caer encima como un 20 de mayo.
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