Teatros en red

Después de mucho tiempo prácticamente en silencio o como salón para actos y asambleas, el Teatro Principal comienza a descorrer sus cortinas con sistematicidad, según su objeto social.

¿El motivo? Teatros en red, proyecto de programación cultural para la ciudad del Yayabo, que propone a los públicos opciones diversas en dos instituciones pertenecientes al Consejo Provincial de las Artes Escénicas: el Teatro Principal y el Centro para las Artes Serafín Sánchez Valdivia.

“Serían propuestas que se complementen —reconoce José Ángel Meneses, al frente de la idea que desde el pasado 21 de enero da sus primeros pasos—. Queremos lograr en diferentes horarios presentaciones para que los espirituanos y quienes nos visiten puedan escoger a donde ir o sencillamente salgan de un lugar y se incorporen al otro”.

No es una fórmula nueva y mucho menos exclusiva de esta tierra. Así funciona en muchas de las ciudades cabeceras del país y el mundo. Solo que en Sancti Spíritus ha sido prácticamente quimérico sostener una programación sistémica, con coherencia y no como funciona ahora mismo, donde cada institución parece arar su pedacito, sin tener en cuenta horarios, públicos metas, el diseño de propuestas de sus vecinos…

Así quedó expuesto entre las tantas preocupaciones miradas con lupa durante la última asamblea provincial del Sectorial de Cultura y Arte. A pesar de que mensualmente se reúnen todos los líderes de centros provinciales, instituciones y programadores, no se acaba de constituir un núcleo fuerte, diverso y que roce con la satisfacción de los diferentes públicos.

Por ello, no sorprende que un fin de semana confluya de todo o casi todo, como sucedió durante el Festival de Arte Callejero Lunas de Invierno, a finales del 2022, donde además tuvo lugar la Jornada Cultural Villa del Yayabo, el Festival de Cineclubes y el Encuentro de Coros. En cambio, otros fines de semana hay un silencio estremecedor y solo se cumple estrictamente con el diseño de acciones, aunque no vaya ningún espectador.

Y no está mal que converjan, sino que urge lograr una constancia en las propuestas. Los públicos solo se forman cuando encuentran opciones que satisfagan sus necesidades y en un lugar con buen trato y confort. Las instituciones solo tienen sentido cuando se generan esos estrechos diálogos.

Y Teatros en red parece que lo tiene claro, porque desde ya ha diseñado una programación que cubre todos los fines de semana de este mes.  

“Al Principal subiría lo más variado y en el Serafín Sánchez potenciaríamos más lo teatral y danzario”, acotó quien tiene en sus manos dos riendas a tomar con fuerza si quiere salir airoso en el nuevo reto profesional.

En la cartelera de este mes de febrero del teatro, con casi 184 años sobre sus ladrillos, se pueden observar opciones de circo, humor, teatro y música; mientras que el local ubicado frente al parque central de la añeja urbe reserva la reposición de Jueguipayasos, por el grupo Garabato.

Hasta ahora, la arrancada del proyecto contó con el aplauso de quienes asistieron al Principal: Teatro sobre el camino(21 y 22 de enero) y La Trovuntivitis, proyecto santaclareño de elevada calidad estética (28 y 29 de enero). Confiemos en que no quede solo en la euforia de todo inicio.

De ahí que resulte esencial despojarse de ineficientes métodos de trabajo, como no hacer estudios de públicos y horarios; se debe promocionar las actividades no solo por los medios públicos y redes sociales, sino explotar el resto de los canales, acompañar a la institución que exige del apoyo y respaldo de múltiples factores que garanticen su éxito, asegurar la tecnología, apostar por opciones de otros territorios para la oxigenante interrelación entre los artistas de aquí y los foráneos, así como exigir rigurosidad en la selección de las propuestas —sin perder de vista la prioridad de generar ingresos— porque, por ejemplo, al Principal sube lo que esté en correspondencia con su jerarquía.

Unos cuantos retos. Mas todos posibles. Teatros en red pudiera ser el inicio de una transformación en la endeble programación cultural espirituana. El tiempo dirá la última palabra.