Luego de acumular cerca de 70 horas de vuelo en función de apagar las llamas del incendio forestal que desde hace dos semanas azota la zona de Pinares de Mayarí, en Holguín, este jueves regresó a Sancti Spíritus el primer grupo de pilotos y técnicos; a la vez que partió otra tripulación que dará continuidad a la misión aérea, en la que participan tres naves M-18 pertenecientes a la Unidad Empresarial de Base (UEB) Sancti Spíritus, de la Empresa Nacional de Servicios Aéreos (ENSA).
“Todos los vuelos fueron difíciles porque eran entre montañas, muy impresionante ese incendio”, declaró el piloto Yosvany Benítez Correa, al frente de la dotación espirituana, que durante más de una semana de operaciones con los M-18 se enfrascó, junto a helicópteros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), en el combate aéreo para ayudar a controlar las llamas.
“Volamos casi todos los días, algunos de realizar con los tres aviones entre 20 y 25 vuelos, cuando no lo hicimos fue por las condiciones meteorológicas; impresionaba volarle por arriba a ese incendio, había que moverse entre las lomas, con viento, mucho humo; pero hicimos nuestro aporte”, expresó el piloto a Escambray, acabado de llegar al aeropuerto de Sancti Spíriitus.
La tripulación de pilotos y técnicos fue recibida al pie de la nave AN-2 que los trasladó, desde la sede de la ENSA en Bayamo, hasta suelo espirituano y, en breve ceremonia de bienvenida, fueron reconocidos por la Dirección Provincial de Transporte y directivos de la UEB, quienes reconocieron el cumplimiento de la misión.
“Este incendio era distinto, tenía varios frentes, apagabas uno y aparecía otro, estaba muy extendido en el terreno; he estado en muchos y este es de los más grandes que he visto. Ya había participado en uno en ese mismo lugar, pero el de ahora es mucho, mucho más grande que aquel. Tiramos agua sobre las llamas hasta donde se podía, no tuvimos ningún percance y ya ha ido disminuyendo”, detalló el técnico Enrique Villegas Alonso.
Dámaris Báez Alonso, miembro del Buró Provincial del Partido y Frank Osbel Cañizares, vicegobernador en Sancti Spíritus, intercambiaron en la terminal aérea, minutos antes de partir hacia Bayamo, con la nueva tripulación —tres pilotos e igual cantidad de técnicos— que relevará al primer grupo y continuará el enfrentamiento a las llamas con los aviones M-18 de la UEB espirituana que permanecen en aquel territorio oriental.
El M-18, también llamado Dromedario, es la única nave de la aviación civil que interviene en Cuba en operaciones de este tipo; por sus características técnicas puede emplearse tanto en la extinción de incendios como en labores agrícolas, en tanto tiene capacidad para en cada vuelo lanzar sobre las llamas 1 500 litros de agua.
La entidad aérea de Sancti Spíritus cuenta con un personal preparado para enfrentar eventos de este tipo porque ha participado varias veces en la extinción de incendios forestales a lo largo y ancho del país.
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