Las Fuerzas Armadas de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) acordaron la propuesta de la Organización de Naciones Unidas para un cese de hostilidades de tres horas, informó este domingo la Misión Conjunta de Asistencia de Transición de la ONU para Sudán.
«Aceptaron la propuesta del Representante Especial de la ONU para Sudán, Volker Perthes (…) para establecer una pausa en las hostilidades hoy por razones humanitarias – de 16H00 a 19H00 «, indicó la misión en un mensaje en su red social en Twitter.
Perthes reconoció «los esfuerzos» de Al Burhan ( jefe del Ejército de Sudán) y Dagalo (comandante del grupo paramilitar FAR) para alcanzar este acuerdo, pero los responsabilizó «a ellos y a sus fuerzas de cumplir con este compromiso», según la nota.
Por su parte, las Fuerzas Armadas sudanesas afirmaron en otro comunicado su compromiso con la propuesta, que incluye la apertura de «vías seguras para los casos humanitarios» y que respetarán «siempre y cuando no se niegue el derecho a responder en caso de transgresiones por parte de las milicias rebeldes».
Este anuncio se produce cuando la oposición sudanesa, representada por la coalición Fuerzas de la Libertad y el Cambio (FFC, por sus siglas en inglés), instó al Ejército nacional y al grupo paramilitar FAR a que cesen de inmediato las hostilidades.
«Hacemos un llamado a los líderes de las Fuerzas Armadas Sudanesas y de las Fuerzas de Apoyo Rápido para que se atengan a la voz de la sabiduría, detengan de inmediato los enfrentamientos armados y regresen a la mesa de negociación», manifestó la FFC.
«Las cuestiones pendientes no se pueden resolver mediante la guerra, y la mejor opción para nuestro país es abordarlas pacíficamente, con soluciones políticas», indicó la coalición en una declaración publicada este domingo.
El ejército de Sudán y el grupo paramilitar FAR pugnan por el poder en el país, que está inmerso en un proceso de transición democrática con el objetivo de poner fin a la crisis política desatada tras el golpe de Estado en octubre de 2021.
Fuertes combates en los que participaron aviones, vehículos blindados y camiones con ametralladoras montadas sacudieron este domingo la capital de Jartum, la ciudad contigua de Omdurman y puntos conflictivos de todo el país.
La coalición de las Fuerzas para el Cambio Radical, encabezado por el Partido Comunista de Sudán, ha pedido el fin de los enfrentamientos más propios de «pandillas mafiosas» antes que el conflicto «alcance tal punto de ebullición que acabemos sin patria ni pueblo a los que agarramos».
El Consejo Central de las Fuerzas por la libertad y el Cambio, la coalición que agrupa a decenas de grupos civiles y organizaciones políticas, reclamó que «prevalezca la sabiduría, terminen las confrontaciones».
» y todas las partes vuelvan a la mesa de negociaciones para cerrar de una vez por todas el ahora proceso colapsado de transición hacia un Gobierno civil», señaló.
Las FAR, lideradas por el vicepresidente del Consejo Soberano y número dos del Ejército, Mohamed Hamdan Dagalo, alias Hemedti, indicó este sábado que las hostilidades se han iniciado en respuesta al «ataque lanzado esta mañana por las Fuerzas Armadas» en el sur de Jartum.
Mientras, el Ejército ha dicho que no dialogará con las Fuerzas de Apoyo Rápido «antes de disolver y acabar con la milicia rebelde de Hemedti». La Presidencia del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas sudanesas ha calificado a Hemedti en otro comunicado como «delincuente prófugo».
Tras el golpe de Estado en octubre de 2021, el líder militar Abdelfatah al Burhan -junto con Hemedti- depuso al gobierno civil de transición que dirigía el país tras la revolución sudanesa.
El pasado 8 de enero comenzó la fase final del proceso político entre los firmantes del «acuerdo marco», alcanzado el pasado 5 de diciembre entre militares y civiles y que definía los pasos para establecer un gobierno civil que sustituya al actual militar.
Sin embargo, la firma del acuerdo político definitivo entre las diferentes partes involucradas en el proceso de transición de Sudán, que estaba prevista que fuera rubricada el 1 de abril, quedó pospuesta hasta en dos ocasiones por falta de consenso sobre la creación de un Ejército unificado con las FAR.
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