Un tribunal de apelaciones restableció este jueves la orden mordaza a Donald Trump y a su equipo legal en el proceso civil por fraude que se sigue contra el expresidente de Estados Unidos en Nueva York.
Trump tendrá prohibido hablar sobre el personal del juez Arthur Engoron, encargado del caso.
La corte de apelaciones denegó la solicitud de la defensa de Trump de levantar la orden de silencio, que impone barreras al exmandatario republicano (2017-2021) para hacer menciones al juicio.
El equipo de abogados del exjefe de la Casa Blanca argumentó que la aplicación de esa orden por Engoron “arroja serias dudas sobre su capacidad para servir como investigador imparcial de los hechos” que se investigan.
Engoron decidió emitir la medida en un intento por poner coto a los permanentes ataques de Trump contra él y su equipo.
Ya el exgobernante fue multado con 15 mil dólares por violar esa disposición, en especial por su incontinencia verbal en redes sociales.
Las restricciones se anunciaron originalmente después de que en su red Truth Social el expresidente se burlara de una de las colaboradoras de Engoron y afirmara que era novia del líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, e incluso difundiera información de identificación personal sobre ella.
El juez exigió eliminar la publicación y aunque lo hizo el post permaneció en el sitio web de la campaña del exgobernante durante 17 días más.
Desde inicios de octubre está en marcha el juicio contra el magnate, sus hijos mayores, sus empresas y ejecutivos de la Organización Trump, donde se le acusa de inflar por décadas el valor de sus activos con el objetivo de obtener beneficios comerciales. Trump tendría que pagar 250 millones de dólares por esta causa.
Pese a la avalancha de casos legales que lo abruman, Trump se mantiene al frente del campo republicano de cara a la nominación del partido para las elecciones de noviembre de 2024.
En momentos la presión judicial ha dado muestras de irritar a un expresidente que, en una vida de problemas empresariales, personales y políticos -como plantean medios de prensa-, ha hecho de eludir la responsabilidad un arte.
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