Con el mar a su espalda, la mayor Lisandra Francia González evoca aquella temprana misión que todavía le desborda el pecho. “Protegimos la vida de Fidel durante un desfile por el Primero de Mayo. Yo estaba a unas 7 millas de tierra, pero me sentí muy cerca del Comandante en Jefe”, evoca con profunda emoción la oficial de dirección de la Capitanía del Puerto de Casilda.
Cuando ella eligió su destino profesional hace 18 años, sabía que la vida de los hombres y las mujeres de mar entraña grandes sacrificios, especialmente si integran las Tropas Guardafronteras del Ministerio del Interior (Minint); mas, nunca tuvo dudas de su vocación para defender la Revolución.
Graduada de la especialidad de Oficial de Cubierta en la Academia Naval Granma, regresó a su natal Casilda y desde entonces forma parte de este órgano creado hace 60 años y que garantiza la tranquilidad y el orden de las fronteras marítimas.
PUERTO SEGURO
Oficiales, oficiales subalternos, soldados y civiles integran el colectivo de la Capitanía del Puerto de Casilda perteneciente al Destacamento de Tropas Guardafronteras Centro Sur; todos marcados por una vida de sacrificios personales, pero con la satisfacción de que sus desvelos resguardan el sosiego de muchos.
Además de custodiar los cerca de 200 kilómetros de costa comprendidos desde Cabagán hasta los límites con Ciego de Ávila, esta dependencia atiende también a la ciudadanía y da curso a diferentes trámites de la población e instituciones que operan embarcaciones.
El mayor Carlos Rafael Medina Pereda, capitán del puerto, no escatima elogios para sus compañeros de labor que han neutralizado diferentes hechos relacionados con recalos de drogas y algunos intentos de salida ilegal.
En su responsabilidad de hacer cumplir la Ley No. 127 o Ley de Pesca, estas fuerzas contribuyen también a preservar la riqueza natural de los ecosistemas marinos contra la acción humana indiscriminada, y que ha resultado la principal actividad de la capitanía durante este año, según refiere el oficial.
HISTORIAS EN EL MAR Y EN LA TIERRA
El primer teniente Lorenzo Alonso Molina es el segundo capitán del Puerto de la Capitanía del Puerto de Casilda. A los 18 años inició la vida militar y una década después habla con orgullo de misiones riesgosas y satisfacciones por el deber cumplido. “Me ha educado y me ha trazado nuevas metas para mi vida personal y profesional”, comenta este joven que desde su labor defiende la tranquilidad en el ámbito marítimo portuario.
Pero sin dudas el enfrentamiento al narcotráfico internacional resalta entre las misiones más riesgosas y que mantiene siempre en alerta a estos hombres y mujeres con altas dosis de profesionalidad y humanismo, porque hay historias que marcan.
“En esas salidas ilegales se han detectado menores de edad en condiciones sumamente riesgosas en medio del monte o a bordo de embarcaciones rústicas”, relata Lorenzo.
Convencida de que “en prever está todo el arte de salvar”, Lisandra Francia González lamenta incidentes de este tipo. “Tuve la posibilidad de participar en el rescate y salvamento en el naufragio que involucró a un grupo de personas responsables del robo y secuestro de una embarcación de la base de pesca. Pudimos rescatarlos y cumplir una de las misiones más honrosas del Ministerio del Interior, que es proteger a los cubanos”.
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