Gracias a la labor continua de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad (OCC), con el apoyo de otras instituciones de la tercera villa, en el último cuarto de siglo se ha logrado rescatar casi una docena de casas haciendas en el Valle de los Ingenios.
“Turismo intervino en Buena Vista, Manaca Iznaga y Guachinango, y el pasado año Flora y Fauna restauró El Abanico. Tenemos pendientes las casas de La Pastora y Las Delicias y trabajamos de lleno en San Isidro, una de las tres obras que la Oficina planificó para el próximo aniversario de la fundación de la ciudad”, explicó la directora técnica de la institución, Yamilka Álvarez Martínez.
En realidad, como explica Claudia Guzmán Calzada, especialista principal del sitio, los trabajos en San Isidro de los Destiladeros se iniciaron en el año 2000 y se convocaron las primeras ediciones de los talleres arqueológicos, gracias a los cuales, que ya cuentan 20 ediciones, han descubierto el área fabril del ingenio.
“En el 2019 se inició el museo del sitio, pero para concluirla aún se debe terminar la casa y acondicionarla para toda la investigación histórica y museográfica que conlleva”, añadió.
Por lo pronto, se labora en la consolidación del muro y el jardín, el cual intentan que se asemeje a lo que pudo haber sido en los tiempos del ingenio, y en el mejoramiento del bar y los baños contiguos.
En la creación del museo no intervinieron solo especialistas de la Oficina, sino que, además, varias entidades pusieron su mano para lograr una propuesta atractiva. “De hecho, todo el montaje museográfico estará a cargo de la empresa habanera Caguayo, en tanto el diseño de aplicaciones móviles para la mesa táctil y los quioscos estarán a cargo de una empresa de Santiago de Cuba”, añadió Guzmán Calzada.
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