Diciembre de 1958 despertó con una alianza decisiva para la Campaña de Las Villas: El Pacto del Pedrero, nacido bajo la estrategia unionista de Fidel y estimulado por el Che, quien al llegar al Escambray a mediados de octubre se percata de la división reinante entre las fuerzas que luchaban contra la tiranía.
Con el denominado Segundo Frente era imposible llegar a acuerdos porque la hostilidad de la máxima dirección de ese grupo armado lo impedía, pero la tropa del “13 de Marzo” tenía otra actitud.
Los hombres del Directorio, bajo la jefatura del Comandante Faure Chomón Mediavilla, recibieron con los brazos abiertos a los recién llegados, de lo cual dio fe el propio Faure: “En nuestro campamento José Antonio Echeverría, del Estado Mayor del Directorio Revolucionario, recibimos a nuestro compañero Comandante Che Guevara y a sus abnegados seguidores. El Directorio Revolucionario da la bienvenida fraternal al valiente Comandante Guevara y ratifica una vez más su fe en la unión de la heroica y nueva generación representada por el Directorio Revolucionario y el Movimiento 26 de Julio. Extendemos nuestro abrazo revolucionario a los compañeros recién llegados a nuestro frente de combate”.
También el jefe de la Columna No. 8 Ciro Redondo describió para la historia aquel encuentro entre los dos movimientos guerrilleros existentes, entonces, en el grupo montañoso Guamuhaya; palabras escritas fueron reproducidas en una publicación de la prensa extranjera: “Al llegar a la Sierra del Escambray, escenario de heroicas luchas por la libertad de Cuba, desde este campamento general del Directorio Revolucionario, los hombres del 26 de Julio damos testimonio de nuestro agradecimiento por el recibimiento fraterno que nos hiciera esta organización combatiente y expresamos nuestra esperanza de que las largas jornadas de sacrificio por los llanos se vean coronadas por el éxito supremo de una unión entre todos los grupos combatientes de esta región cubana para el logro común de la extinción de la dictadura”.
Esa identificación entre ambas fuerzas posibilitó la firma del documento, el cual permitió coordinar acciones militares y realizar operaciones combinadas en las que participaron juntos los miembros del “26” y del Directorio. Además, fue propicio para que el Partido Socialista Popular se adhiriera al Pacto, como sucedió una semana después de que este viera la luz.
El importante manuscrito fue signado por el Che, en nombre de su organización, y por Rolando Cubela (traidor después), quien era en ese momento el segundo al mando de las fuerzas del “13 de Marzo”.
Al Comandante Faure Chomón le fue imposible llegar en tiempo porque la ofensiva de la tiranía sobre el Pedrero, que venía realizándose desde el 29 de noviembre, se lo impidió.
Ni la metralla, ni las bombas que caían en la fría mañana del lunes primero de diciembre de 1958 sobre esa zona montañosa fueron capaces de impedir la firma de aquel pergamino, al cual se adhirió días más tardes el Partido Socialista Popular y que surgió como una necesidad política y militar que se resume en sus últimas frases:
“Unir es la palabra de orden: juntos estamos dispuestos a vencer o morir”.
A partir de ese momento las tropas del “26” y del “13 de Marzo” lucharon juntas en la toma y liberación de poblados y ciudades villareñas hasta culminar con la victoria revolucionaria del Primero de Enero de 1959.
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