Una revancha para Juan Antiga

Juan Antiga Escobar es una personalidad desconocida para las actuales generaciones de espirituanos y cubanos a pesar de su extraordinaria trayectoria en la Medicina cubana, el deporte, la cultura y en la vida política cubana a finales del siglo XIX y principios del XX

Independientemente que no estuvo en la lucha armada contra los soldados españoles, Antiga fue un patriota que colaboró en favor de la independencia de Cuba.

El lugar exacto de nacimiento de Juan Antiga Escobar está en discusión; lo que sí está claro es que fue en Mayajigua, el 23 de agosto de 1871.

El escritor Juan Antonio Martínez de Osaba Goenaga, profesor titular consultante de la Universidad de Pinar del Río, en su libro Inmortales del Béisbol Cubano, lo ubica en Mayajigua, en la provincia de Cienfuegos; sin embargo, otros autores y fuentes, como el caso de Ecured, lo ubican en Mayajigua, Yaguajay, en la actual provincia de Sancti Spíritus. También es notorio que en el Diccionario Geográfico de Cuba aparece solamente Mayajigua en el municipio de Yaguajay.

Los estudios superiores los desarrolló en la Universidad de La Habana, donde se graduó de licenciado en Medicina, en 1892 y de doctor en Medicina en 1893 con el Premio Extraordinario y el mejor expediente de todas las universidades de España y sus colonias en aquel entonces.

Revalidó su título de doctor en Medicina en ocho países del continente americano, en los que ejerció su profesión, lo que le permitió también graduarse de médico cirujano homeópata en 1901, en México y cursar una maestría en terapia homeopática en 1905, después de la reválida de dicho título en los Estados Unidos, donde se le acreditó en el año 1904.

En Cuba se graduó, también, de doctor en Derecho Civil y Notarial y doctor en Derecho Público, en 1913. Fue profesor de Patología en La Universidad Libre de El Salvador en 1896, y de materia médica y terapéutica homeopática en la Escuela Nacional de Medicina Homeopática, de México, de 1907 a 1909.

Su obra bibliográfica es muy numerosa: en 1902 edita su opúsculo Algunas reflexiones sobre la Homeopatía; en 1907 edita Apuntes de materia médica y terapéutica homeopática, todo esto en México, aunque lo más numeroso de su bibliografía homeopática en este país fueron las traducciones del inglés de los estudios que él consideraba como importantes, también publicó un artículo titulado El fracaso de los microbios.

En 1909 publicó, en La Habana, ¿Es la homeopatía una verdad que los descubrimientos de la ciencia moderna confirman?, y casi una década después escribe Historia de la homeopatía en México, libro que constituye el homenaje de agradecimiento a las ciencias médicas de esta nación.

Se le considera una de las figuras más importantes de la homeopática cubana, con aportes importantes en este campo de la Medicina como la contribución al estudio del Jequiriti, en México, otros sobre la fiebre amarilla en la región de Chiapas y posteriormente los realizados en la república de El Salvador, concretamente con la población de Atiquizaya.

ANTIGA Y EL DEPORTE

Cuando Juan Antiga nació no se jugaba béisbol en tierras espirituanas, aunque en La Habana ya era un hecho real, pero cuando se trasladó a la capital le atrajo considerablemente este deporte.

Inició su práctica profesional en Regla, donde lo descubren y lo captan para el Club Habana en la temporada 1890-1891 y en la serie de 1892.

Entre ambas series se desempeñó en los jardines y regularmente ocupaba el segundo turno en el orden al bate. Jugó en 22 desafíos, fue 95 veces al bate y conectó 24 hits, para un promedio de 253 con 2 dobles.

Según el historiador Félix Julio Alfonso, Antiga pudo estudiar Medicina gracias al dinero que le proporcionaba su descubridor, Emilio Sabourín, y con ello ayudar económicamente a su madre y a sus seis hermanos.

En 1948, nueve años después de su muerte, es exaltado al Salón de la Fama del Béisbol cubano junto a Antonio Mesa, Tomás Romañach, Jacinto Calvo, Rafael Hernández y Nemesio Guillot. Es Antiga entonces el primer espirituano incluido en tan selecta nominación.

Además del béisbol, Antiga tuvo buenos resultados en la práctica de la esgrima; en el atletismo se especializó en el salto largo, fue un gran estudioso de la historia del boxeo y difundió como especialista de las ciencias médicas la realización de ejercicios físicos.

JUAN ANTIGA Y SU RELACIÓN CON JOSÉ MARTÍ

En la revista cubana Diario de la Marina, La Habana, 22 de mayo de 1927, Antiga publicó: “Al poco tiempo de recibirme de médico, título científico que me dejó instantáneamente sin un centavo, pues no podía seguir trabajando como jugador de pelota profesional, ni como interno, que eran las únicas fuentes de ingreso que tenía entonces toda mi familia, me vi obligado a marcharme, para ejercer mi profesión, al pueblo de Aguacate, del que a los pocos días tuve que retirarme sin lograr ganar un solo centavo. Desesperado y casi con el fantasma del hambre en los talones, conseguí un puesto de médico a bordo en los buques de la Compañía Trasatlántica Española que hacían viajes entre el puerto de La Habana y los de Veracruz y New York, el vapor Ciudad Condal”.

En unos de los primeros viajes que Antiga realizó a Nueva York, como médico del vapor Ciudad Condal, es presentado a José Martí, quien le propuso realizar la entrega de documentos dirigidos al doctor Esteban Borrero Echevarría y a Pipi Bolaños. Luego se mantuvo como colaborador en este intercambio durante sus viajes siguientes.

De su encuentro con Martí, Antiga expresó: “La palabra de aquel hombre era miel y no me canso de escucharlo”.

Independientemente que no estuvo en la lucha armada contra los soldados españoles, Antiga fue un patriota que colaboró en favor de la independencia de Cuba, lo corroboran su relación con Martí y con otros patriotas del siglo XIX. Su intento más notable fue haber salido en una expedición al mando del general Enrique Collazo, que no pudo llegar al territorio cubano por el naufragio del navío en que viajaban.

ANTIGAS FUE TAMBIÉN UN POLÍTICO CONNOTADO

La Protesta de los Trece ocurrió el 18 de marzo de 1923, estuvo dirigida a denunciar la corrupción del gobierno de Alfredo Zayas, protagonizada por Rubén Martínez Villena y suscrita por 13 de los 15 participantes que se encontraban en la Academia de Ciencias, lugar donde el Club Femenino de Cuba había preparado un homenaje a la escritora y activista uruguaya Paulina Luisi.

El discurso de elogio debía ser protagonizado por el secretario de Justicia de Gobierno, Erasmo Regüeiferos, quien estaba implicado en la escandalosa operación de compraventa ilegal del Convento de Santa Clara, de ahí que su discurso fuera interrumpido por Villena, quien expresó que no tenía autoridad moral para expresarse en ese acto.

Según el Dr. C. Félix Julio Alfonso López en la conmemoración del centenario de dicho acontecimiento, “una de las derivaciones más trascendentales de la Protesta de los Trece fue la conformación del Grupo Minorista”. A este grupo perteneció Juan Antiga hasta su disolución en 1928, con un notable aporte al desarrollo de una vanguardia ideológica en Cuba a través de diversos géneros y por diferentes vías de realización, lo que propició que se abrieran al universo intelectual y se establecieran fuertes vínculos con grupos afines de América y de España.

Desde su militancia en este grupo, Antiga se opuso a la corrupción de los gobiernos de turno, denunció la política injerencista de Washington en México y su política de expansión; fue solidario con la causa independentista del pueblo puertorriqueño y combatió el encarcelamiento del patriota peruano José Carlos Mariátegui y de los cubanos Rubén Martínez Villena, Alejo Carpentier, José Antonio Fernández de Castro y Martí Casanovas.

Se desempeñó como Secretario del Trabajo durante el gobierno de Carlos Mendieta, entre 1934-1935; fue embajador en Suiza y Francia y delegado permanente ante la Liga de las Naciones, organización intergubernamental establecida para promover la cooperación internacional y lograr la paz.

Dominaba Antiga varios idiomas. Desde muy joven se comunicaba y escribía en latín, inglés y francés, después lo hizo en ruso, alemán y chino cantonés. Fue un apasionado a la música, aprendió a tocar la cítara (instrumento de cuerda, hecho de madera y similar al arpa de mano), que fue muy popular en la Grecia Antigua.

Falleció el 9 de febrero de 1939, en La Habana. Por su integralidad como intelectual y deportista, su amplia preparación profesional y sus aportes más allá de las fronteras cubanas, Juan Antiga Escobar merece una revancha a la hora de escribir y de contar la historia.

*Profesor de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez

Julio Albóniga* y José F. González

Texto de Julio Albóniga* y José F. González

2 comentarios

  1. Excelente el trabajo publicado en el Periódico Escambray, muy aleccionador saber que existieron cubanos muy dignos de los cuales aún no se conoce ni su existencia. Deberían los medios de divulgación estimular este tipo de investigación para que salgan a la luz del conocimiento TODOS esos cubanos y cubanas que se destacaron de una u otra manera pero que aún subyacen en la ignorancia y/o el olvido.

  2. Interesante. No sabía nada de este integral intelectual.

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