Víctor Jimcavik es el galán del momento. En grupos de Facebook el ‘Aquaman cubano’ es tendencia, y no son pocos los internautas que comparten sus fotos comparándolo con Jason Momoa o el popular actor turco Can Yaman, al tiempo que crece la expectativa ante esta nueva revelación que acaparó la atención de la audiencia desde su debut en la pequeña pantalla el pasado 4 de diciembre.
Detrás de esas imágenes virales se encuentra un joven que supo labrar su destino artístico desde cero. Su talento, forjado en las tablas de grupos aficionados de Santa Clara, le ha abierto las puertas a un mundo de posibilidades que actualmente lo posicionan como Armando en Viceversa, la telenovela cubana de turno.
“Mi primer acercamiento a este oficio fue a través de un grupo aficionado llamado Acción Teatral, dirigido por el actor, director y dramaturgo Dagoberto Abreu, quien se convirtió en uno de mis grandes maestros. En este grupo, mi debut fue en la obra Las Malangas. Posteriormente, participé en El Monte Calvo de Jairo Aníbal Niño, un escritor colombiano”, rememora.
También con Acción Teatral exploró el humor, llevando a escena puestas teatrales como Los temibles Billy y Jack y Elpidio Valdés y Superman, entre otras versiones de las obras del libro Sobras escogidas y Etcétera, de Eider Luis Pérez.
Cada experiencia en estos grupos aficionados no solo pulió sus habilidades actuales, sino que también sembró las raíces de su pasión por la actuación.
¿Cómo ha influido en tu formación artística la vida cultural de una ciudad como Santa Clara?
— Santa Clara es una ciudad que, como menciona la pregunta, tiene un fuerte componente artístico. Si no fuera por este lugar, tal vez no sería actor. Cada vez que interactúo con alguien o salgo, noto que la gente aquí es muy culta. Esto ha estado presente en mi vida desde la infancia, cuando mi padre tocaba la guitarra y cantaba, inculcándome el amor por el arte, la música y el teatro.
“Además, hay un lugar muy importante para los artistas llamado El Mejunje, donde asistí a peñas de trova, hip hop y teatro, y participé en festivales teatrales. Todo eso me mantuvo vinculado al mundo artístico desde mis inicios.
“Tanto mi experiencia en el Estudio Teatral como la vibrante vida nocturna de Santa Clara, con su ambiente bohemio, han contribuido significativamente a al actor que soy hoy”.
¿Cómo te diste a conocer en La Habana?
— Me di a conocer en La Habana a través de mi trabajo en redes sociales, donde compartía obras de teatro y fotos, captando la atención de personas en los medios. Lester Hamlet fue el primero en mostrar interés en colaborar conmigo para su película Zoe, aunque lamentablemente el proyecto no se concretó. A pesar de eso, participé en la pre-filmación en La Habana y fue una experiencia valiosa.
“Al regresar a Santa Clara, se abrieron oportunidades, pero ninguna se materializó hasta que surgió Viceversa. Las redes sociales desempeñaron un papel crucial en respaldar mi carrera. Agradezco a todos los que contribuyeron, ya que cada aporte ha sido fundamental para mi desarrollo profesional”.
¿Cómo describirías el panorama para los actores de provincias en comparación con los de la capital?
—Creo que es notablemente diferente. En provincias, el arte es más experimental y poético, como es el caso en Santa Clara. En La Habana, también se practica esto, pero hay una mayor variedad. Los actores realizan un teatro quizás más contemporáneo, coloquial y comprensible para el público; tal vez más comercial, lo cual no es negativo. Cada provincia tiene su propia línea, al igual que todas las capitales del mundo, donde en estas últimas predomina la idea de vender, mientras que en las provincias se enfoca más en crear arte. Esta es mi humilde opinión.
¿Cómo llegaste a formar parte de la telenovela Viceversa y qué puedes adelantarnos sobre tu personaje?
— Mi personaje, Armando, es un tipo intrépido, sin miedo, amante de la vida y la adrenalina. Un accidente desencadenará un giro inesperado que, como sugiere el nombre de la telenovela, encapsula la esencia de cada personaje. Prefiero no adelantar mucho para evitar spoilers. Todo se desatará a medida que avance la historia.
“Hasta el momento el personaje ha tenido una buena recepción; a la gente le ha gustado lo que ha visto y no han faltado los comentarios y mensajes de apoyo. Espero que Armando continúe siendo bien recibido por el público”.
Ya la telenovela ha dado las primeras pinceladas de los conflictos emocionales por los que atravesará Armando, ¿cómo trabajaste el aspecto psicológico del personaje?
— Eduardo Eimil, un excelente director de actores, me ayudó mucho a desarrollar el aspecto psicológico del personaje al proporcionarme diversas herramientas. Después, me sumergí en mi propio ser para explorar las situaciones específicas que surgirían en esa circunstancia. En algunos momentos, recurrí a asociaciones y trabajé con la memoria emotiva, aunque no es algo que utilice con frecuencia debido a que en la actualidad no es muy recomendable. Sin embargo, la apliqué en varias escenas, especialmente en aquellas ambientadas en el hospital, sumergiéndome completamente en la situación y viviendo el momento de manera muy intensa.
¿Cómo fue el proceso de entrenamiento para asumir el papel de un espeleólogo profesional?
— El proceso fue fuerte, duró más de dos meses y consistió en entrenamientos casi diarios con experimentados espeleólogos y profesionales de la Escuela Nacional de Espeleología como Emmanuel Gamez, Boris Rodríguez y Orlando Félix Velázquez, quienes tienen experiencia tanto en la técnica de rescate y la espeleología como en el alpinismo y la escalada.
“Fue tan significativo para mí, que posteriormente me uní a un club de escaladores, una actividad que aún practico y me apasiona. Agradezco a la telenovela y a la oportunidad de conocer a estos expertos espeleólogos, quienes proporcionaron un entrenamiento exhaustivo en técnicas de cuerdas, alpinismo, entre otros aspectos”.
¿Cómo fue la experiencia de iniciarte en televisión con un género tan complejo desde el punto de vista productivo como lo es la telenovela?
— El proceso de las telenovelas es tan complejo como el teatro o el cine, como todo en la vida. Aquí vuelvo a mencionar a Eduardo Eimil, gracias a él aprendí a trabajar para la cámara, a concentrar energías y a no ser tan elocuente como en el teatro, adoptando un estilo actoral más coloquial y natural. Logramos superar esos desafíos con éxito.
¿Es cierto que estarás en la segunda temporada de Al habla con los muertos?
— Sí, tendré un pequeño personaje en esta segunda entrega. Mi experiencia en Al habla con los muertos fue única. Me contactaron buscando a un actor con mis características físicas para el papel de Adonis, un “chulo” estafador que seduce a las mujeres para aprovecharse de ellas. Fue un trabajo que disfruté enormemente; conocí a talentosos actores y a Alberto Luberta Martínez y Amílcar Salatti, quienes hicieron que esta fuese una oportunidad enriquecedora para mí, ya que pude hacer humor en televisión por primera vez y aprender mucho de ellos.
¿Cómo afrontaste la incertidumbre y los desafíos para hacerte notar en un entorno nuevo?
— La incertidumbre y los desafíos son constantes para los actores, más cuando son noveles en un medio, pero yo simplemente me propuse ser auténtico y enfocarme en el trabajo, que es lo más importante. Y, bueno, sucedió: logré que mi personaje cumpliera con las expectativas de Loisys Inclán, su directora; las de Eduardo Eimil, codirector y coach de actores; y las mías personales. Espero cumplir las del televidente, a quien va dirigido nuestro trabajo.
“Además, paralelo a la novela tuve otras propuestas; participé en un videoclip, trabajé como modelo… Gracias a mi esfuerzo y dedicación pude aprovechar al máximo esta oportunidad y hacerme notar –como dices– en un entorno nuevo para mí”.
¿Qué otros roles o géneros artísticos te llaman la atención además de la actuación?
— La música siempre me ha llamado mucho la atención; de hecho, compongo canciones y trabajo bastante con la guitarra. Quizás en el futuro tenga un proyecto musical, es algo que estoy considerando. Pero definitivamente, la música y la actuación son dos áreas del arte que me apasionan enormemente.
Viceversa nos invita a seguir de cerca la lucha de Armando por recobrar la felicidad desvanecida, los sueños truncados… Es a través de este personaje que conectamos con Víctor Jimcavik, un actor cuya perspectiva sobre la felicidad va más allá de los roles que interpreta.
“El momento más feliz de mi vida, puedo decir, es ahora mismo. Creo que la verdadera felicidad está en levantarnos cada mañana, agradecer, sentirnos vivos… Eso, para mí, es la esencia de la felicidad. Mi expectativa es seguir trabajando, seguir superándome y seguir creciendo”.
Así, el joven actor santaclareño nos deja con la certeza de que su carrera actoral es solo una parte de su constante evolución, reflejando la complejidad y riqueza de la experiencia humana: “La verdadera interpretación está en vivir cada momento en su máxima expresión, porque en la vida real, cada escena cuenta”.
Excelente su actuación en Viceversa, le deseo al joven actor muchas oportunidades en otras telenovelas y programas televisivos. Muchos éxitos en su vida laboral y familiar y que todos sus sueños se cumplan. Muchas bendiciones
Le deseo al joven actor Victor que tenga muchísimos roles en otras telenovelas y otros programas de televisión y en el teatro.que sus sueños los haga realidad .Bendiciones.