16 de abril de 1961, esquina de 23 y 12, La Habana. Fidel despide a las víctimas del bombardeo perpetrado la víspera por aviones estadounidenses contra las bases aéreas de Ciudad Libertad, San Antonio de los Baños y de Santiago de Cuba. Justo en aquel memorable discurso, con voz grave y resuelta, Fidel proclamó el carácter socialista de la Revolución cubana.
«Lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es que estemos aquí, lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba y que hayamos hecho una revolución socialista en las propias narices de los Estados Unidos”.
El pueblo, hecho un mar de fusiles y aplausos apoyaba la declaración tajante de Fidel.
“(…) esa revolución socialista la defendemos con el valor con que ayer nuestros artilleros antiaéreos acribillaron a balazos a los aviones agresores. Y esa revolución no la defendemos con mercenarios, la defendemos con los hombres y las mujeres del pueblo” .
Horas antes de aquella proclamación, el 16 de abril, una tormenta de bombas y metrallas había segado la vida de siete cubanos; los titulares de los periódicos dieron cuenta, también, de medio centenar de heridos. Era el preludio de la invasión por Playa Girón.
En las primeras horas de la madrugada del 17 de abril una brigada mercenaria entrenada y financiada por el Gobierno de los Estados Unidos incursionaba en territorio cubano por Playa Girón. Su objetivo principal era lograr montar un supuesto gobierno provisional y conseguir el apoyo directo de la Casa Blanca.
Ante el ataque del enemigo, Cuba actuó. De inmediato, bajo el liderazgo del Comandante en Jefe Fidel Castro, se movilizaron los batallones de milicias de varias provincias cubanas; la Escuela Nacional de Responsables de Milicias y la proveniente de Matanzas, un batallón de la Policía Nacional Revolucionaria y las baterías artilleras del Ejército Rebelde. Al mismo tiempo, se pusieron en ejecución los planes para la defensa de todo el territorio nacional.
Las fuerzas revolucionarias enfrentaron con heroísmo a la brigada mercenaria, a sus unidades navales, tanques y aviones. En menos de 72 horas, el enemigo fue derrotado. En Girón Cuba ganaba más que una batalla, Cuba defendía su derecho soberano de construir el socialismo como lo advirtió Fidel en su discurso del 15 de abril: “Compañeros obreros y campesinos, esta es la Revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes .Y por esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, estamos dispuestos a dar la vida”.
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