Los acuicultores espirituanos se apretaron bien las amarras para sacar de la barriga de la Zaza la mayor cantidad posible de carpas y, de esta forma, cumplir con el compromiso contraído en saludo a la efeméride del Moncada.
Ese bastión productivo dejó un saldo superior a las 370 toneladas durante el mes de julio, lo que colocó el plan del año por encima del 80 por ciento, con 2 220 toneladas de capturas de las 2 766 que deben tributar a la industria durante el 2024.
Al decir de Yoandy Rodríguez Panizo, director de Acuicultura en la Empresa Pesquera de Sancti Spíritus (Pescaspir), los bajos niveles de agua acumulados en el principal embalse de la provincia y el país facilitan las operaciones pesqueras, a pesar de que existen obstáculos dentro del mismo que afectan el cabal desempeño de los hombres de piel curtida, sobre todo en los escenarios de capturas.
Igualmente, dijo que en todos estos meses las labores no han sido fáciles, pero la voluntad de los integrantes de cada una de las 12 brigadas que operan en la Zaza resultó determinante en los resultados que exhiben hasta la fecha.
Por su parte, Giosmel Márquez Alfonso, jefe de Producción en Pescaspir, habla de la sistematicidad en el arribo de pescado a la industria de la barriada de Colón, donde como promedio diario se envían entre 12 y 15 toneladas de las distintas especies acuícolas.
“Eso, sin dudas, favorece las entregas de alimentos frescos y de conformados a la red de casillas especializadas de la provincia, a las cuales llegan los productos al menos dos veces por semana”, apunta Márquez.
El resultado que exhiben los acuicultores se palpa, además, en las cinco brigadas de chinchorros que ya sobrepasaron su compromiso anual, entre las que figuran Sierra, Pitirre, Pantera, Tuinucú y Liudmila.
Ahora los pescadores de agua dulce se enfrentan a las faenas de agosto, mes en el que, de comportarse los bajos niveles de agua en la Zaza, será posible superar las 278 toneladas. Asimismo, se prevé incorporar a las capturas las brigadas de las presas Lebrije y Felicidad, las cuales operaban en otras partes debido al alto volumen de almacenamiento en ambos reservorios.
Lo cierto es que el 2024 promete ser un año de buenos dividendos para los acuicultores, quienes desde cada uno de los escenarios productivos aportan alimentos al plato de los espirituanos y colaboran con otros territorios, ya sea con alevines destinados a la repoblación de los embalses o con pescado para el consumo.
Qué bueno que se pesca mucho, pero desgraciadamente lo que llega a la casilla especializada es masa de croqueta, croqueta y picadillo de variadas formas pero que le echan cada vez más harina colocando por el suelo la calidad de lo que se oferta; es bueno darle valor agregado a la pesca pero con calidad; además hace meses que no se vende carpa plateada que tiene un precio asequible para la mayoría de las personas y alta demanda, a pesar de ser la especie que más se captura en este tiempo, solo pescado de mar caro y tenca que la gente solo lo compra porque no hay más fuente de proteína. Espero que no estén enviando a otras provincias el pescado y dejando a los espirituanos a base de corqueta y picadillo que exceso de harina