Trinidad está de luto; Isabel Béquer Menéndez, para todos La Profunda, falleció este viernes. Nos ha dejado esa leyenda de la trova cubana, pero quedan su guitarra, sus canciones, un estilo único de estremecer el alma con la voz y los sentimientos.
Su cuarto fue su santuario, allí acomodó todos los recuerdos y las fotos que atraparon momentos inolvidables de la cantautora desde las primeras notas que desgranó con timidez en la Casa de la Trova hasta aquellas memorables descargas con Sara González, Moraima Secada, Silvio Rodríguez… Están también los lauros, los gatos, el bastón y la compañera más fiel, su guitarra.
Tuvo la dicha Isabel de vivir en esta ciudad que fue pura inspiración: las esquinas, los amigos, las piedras y el atardecer. Aquí vivirá eternamente la mujer que encontró en la trova la razón de su propia existencia. De niña escuchó a su padre interpretar algunas canciones que enamoraron su oído y su corazón.
La Profunda vivió los últimos años confinada en la casa que la vio nacer en 1934, pero su espíritu fue libre siempre; traspasaba la ventana de la casa señorial para acompañar a sus amigos más entrañables que hoy la lloran con el consuelo de tener como reliquia su música y su carisma.
El pueblo espirituano, se une al dolor de familiares y amigos por la partida física de Isabel Béquer Menéndez (La Profunda).
— Deivy Pérez Martín (@DeivyPrezMartn1) January 20, 2024
Hija ilustre de #TrinidadDeCuba
En nombre del Partido y el Gobierno expresamos nuestras más sentidas condolencias. #SanctiSpíritus 🇨🇺 pic.twitter.com/90RKbjkXd0
Ella agradecerá los desvelos, los últimos reconocimientos, el Premio Excelencias que recibió en el Primer Festival de la Canchánchara, el cumpleaños noventa que las musas le permitieron celebrar hace solo unos días, el adiós en medio de la Semana de la Cultura…
Isabel Béquer nos ha dejado y una quietud de cristal asoma en las calles de esta urbe que la abrigará para siempre. “Trinidad es mi vida”, confesó en una ocasión. “Tengo la suerte de tener hasta el cementerio aquí. Estoy segura que todos me recordarán como fui, soy y seré: de guitarra al hombro y en esquinas. ¿Qué miedo voy a tener si después de muerta voy a estar todavía en las tierras de mi ciudad?
La conocí descanse en paz del conité de morena Cuba.