El comisionado general de la Agencia de la ONU para Refugiados Palestinos (Unrwa), Philippe Lazzarini, pidió este jueves a la Asamblea General apoyo político necesario para sostener el organismo.
La Unrwa ha llegado a un punto de ruptura debido a los llamados israelíes para su abolición y la consiguiente congelación de fondos “cuando más se necesita”, dijo su titular en una carta enviada al presidente del foro, Dennis Francis.
El representante advirtió que la capacidad de la Agencia para cumplir su mandato está ahora “seriamente amenazada”.
La falta de fondos para mantener las operaciones del principal actor humanitario sobre el terreno tendría consecuencias graves para la situación en el enclave, considerada catastróficas por los propios trabajadores humanitarios.
Tras poco más de cuatro meses, en Gaza se reportaron “más niños, más periodistas, más personal médico y más personal de la ONU asesinados que en cualquier otro lugar del mundo durante un conflicto», dijo el titular de la Unrwa.
Lazzarini pidió al foro apoyo político para evitar que la Unrwa sea barrida de una vez, una decisión fundamental frente a la parálisis del Consejo de Seguridad para reclamar el cese al fuego.
El alto comisionado instó a la Asamblea a brindar el apoyo político necesario para sostener la Agencia o a crear un camino para “una transición inmediata hacia una solución política largamente esperada que pueda traer paz a palestinos e israelíes”.
Al mismo tiempo, rechazó el esfuerzo concertado por parte de algunos funcionarios israelíes para confundir engañosamente a la Unrwa con Hamas, perturbar sus acciones y pedir el desmantelamiento.
Estas operaciones crean riesgos para la seguridad del personal, obstruyen su mandato de servir a los civiles palestinos e imposibilitan su funcionamiento sin el consentimiento de la potencia ocupante.
“Me temo que estamos al borde de un desastre monumental con graves implicaciones para la paz, la seguridad y los derechos humanos regionales”, alertó el diplomático italiano.
La labor humanitaria de la Unrwa está amenazada desde finales de enero, cuando las autoridades israelíes divulgaron pruebas que presuntamente vinculan a 12 de sus miembros con el grupo Hamas.
Aunque las evidencias fueron compartidas con el Gobierno de Estados Unidos y varios medios de prensa, hasta el momento la ONU no recibió el dossier elaborado por Tel Aviv.
Como consecuencia, 16 países donantes retiraron sus fondos –cerca de 450 millones de dólares-, lo que de acuerdo con el propio alto comisionado podría comprometer gravemente su trabajo a partir de marzo.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.