La dirección del Programa Territorial de Ciencia, Tecnología e Innovación, Cambio Climático y Desarrollo de las Fuentes Renovables de Energía, de Sancti Spíritus, llegó hasta Yaguajay para evaluar los avances de este proyecto en el territorio durante el período 2022-2024, idea que apuesta por impulsar el desarrollo socioeconómico y ambiental sostenible.
Al periplo, que aprovechó las celebraciones por el Día Mundial del Medio Ambiente, se sumaron profesores del Centro Universitario Municipal Simón Bolívar, gestores del Proyecto Territorial Adaptación al Cambio Climático: Agroecosistemas Resilientes en el norte espirituano, representantes del Gobierno municipal y de la Asociación de Técnicos Agrícolas y Forestales, especialistas del Parque Nacional Caguanes y otros actores.
El primer punto del itinerario fue la finca familiar La Milagrosa, cuya fortaleza resulta el ganado menor y que se distingue por su labor ecológica, social, y energética. Allí, los especialistas, de conjunto con los protagonistas del lugar, dialogaron sobre la necesidad de fomentar líneas de investigación y proyectos para potenciar la innovación local.
Y para comprobar cómo los pobladores se convierten en entes importantes de la transformación social y ambiental, la comitiva arribó a la comunidad de Júcaro, uno de los asentamientos con impacto directo de Agroecosistemas Resilientes, donde los habitantes demostraron que sí es posible mejorar la relación del hombre con la naturaleza.
Justo en el círculo social de este asentamiento, los más pequeños de casa les dieron la bienvenida a los visitantes, y mostraron, a través de las actividades del círculo de interés Amigos de la Naturaleza, de la escuela primaria José María Padrón, cómo han aprendido a cuidar el entorno.
Yitsy Suárez Valdés, directora de Investigaciones de Ecosistemas de Montaña en el Centro de Servicios Ambientales de Sancti Spíritus, destacó el impacto del proyecto en esta localidad. “Júcaro se encuentra en un ecosistema frágil, dentro de la Reserva de la Biosfera Buenavista, categoría internacional. Por tanto, el camino que nos trazamos es de buenos manejos, desde la actividad agrícola hasta los comportamientos individuales de las personas en sus hogares.
“Aquí hoy podemos ver un modelo de gestión local y comunitario que es lo más importante de adaptación al cambio climático, y por las condiciones de Yaguajay sería exitoso sistematizar estas experiencias al resto de las comunidades costeras”, recalcó.
Por su parte, Fernando Medinilla Nápoles, jefe del Programa Territorial de Ciencia, Tecnología e Innovación, Cambio Climático y Desarrollo de las Fuentes Renovables de Energía en la provincia afirmó: “Nos ha llamado la atención la buena preparación teórica y metodológica de este proyecto y la conformación multidisciplinaria y multisectorial de su equipo de trabajo, lo cual ha permitido magníficos resultados que se pueden constatar en las propias fincas y en la sociedad”.
Como colofón del recorrido estuvo la Finca Agroecológica La Espinita, escenario principal de Agroecosistemas Resilientes en Yaguajay, sitio donde se integran actividades agrícolas, ganaderas y forestales con medidas de adaptación al cambio climático, lo cual permite un mejor aprovechamiento de las áreas agropecuarias y una gestión sostenible de ecosistemas.
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