La Asamblea General de la ONU concedió este viernes más derechos dentro del organismo multilateral a Palestina con cambios significativos a su estatus, aunque estos no equivalen a su membresía de derecho pleno.
La aprobación de una resolución para ampliar su participación en reuniones y conferencias de la Asamblea General fue acogida con optimismo por la mayoría del foro que reconoció no obstante la necesidad de conceder un asiento pleno y la solución de dos estados como salida al conflicto.
El proyecto, que recibió luz verde este viernes por 143 votos a favor, 25 abstenciones y nueve en contra, pide al Consejo de Seguridad atender la membresía plena de Palestina y otorga cambios significativos a su actual estatus como observador permanente.
Tras su aprobación, Palestina podrá ejercer el derecho a ocupar un puesto entre los miembros por orden alfabético; inscribirse en la lista de oradores en debates distintos de las cuestiones palestinas y de Oriente Media; o hacer declaraciones en nombre de un grupo, incluso entre los representantes de los grupos principales.
La delegación tendrá además facultades para presentar propuestas y enmiendas e introducirlas en los análisis y podrá ser electa miembro de la Mesa del Pleno y de las Comisiones Principales de la Asamblea General.
Otras garantías permitirán su participación en conferencias de las Naciones Unidas y en otras internacionales convocadas bajo los auspicios de la Asamblea General u otros órganos de la ONU.
Lo dispuesto no sólo tiene importancia simbólica sino que señala un cambio en el peso diplomático de Palestina dentro de todo el sistema del organismo, que será efectivo a partir del inicio del 79 periodo de sesiones de la Asamblea General, a mediados de septiembre de este año.
No obstante, Palestina no podrá votar en la Asamblea General ni presentar su candidatura a otros órganos importantes de la ONU como el Consejo de Seguridad o el Consejo Económico y Social.
El proyecto fue a debate dentro del más amplio foro de la ONU luego de que Estados Unidos frenara la admisión plena en una votación dentro del Consejo de Seguridad con el empleo del veto.
El uso de ese privilegio detuvo en abril el proceso iniciado luego de que la Autoridad Palestina pidiera reconsiderar su solicitud de 2011 para convertir a su Estado en un miembro de la ONU.
Ese año, el Consejo de Seguridad examinó una propuesta similar, pero no encontró unidad para enviar una recomendación a la Asamblea General, que según la Carta de la ONU debe realizar una votación en la que participen todos sus integrantes.
Los procedimientos para la adhesión de nuevos miembros implican la creación de un Comité especializado y la redacción de un informe que regresa al Consejo para ser votado.
Al menos nueve de sus 15 integrantes deben aprobar a la parte aspirante, incluyendo Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido, los miembros permanentes.
Desde el año 2000, apenas cuatro países cumplieron el proceso para convertirse en nuevos miembros activos: Suiza (2002), Timor Oriental (2002), Montenegro (2006) y Sudán del Sur (2011).
Sin embargo, la aprobación abrumadora de la resolución este viernes confirma el respaldo internacional a la solución de dos estados en el conflicto, lo que se suma al reconocimiento del Estado palestino por más de 140 miembros de la ONU.
De acuerdo con expertos, aunque este paso no otorga la membresía plena, el sufragio funciona como una encuesta global sobre el apoyo para que Palestina obtenga un asiento pleno dentro del principal foro político del planeta.
Este anhelo saldaría una deuda histórica de la ONU luego de que en 1947, la denominada resolución de la partición estipuló la creación de un «estado judío» y un «estado árabe» en Palestina, con Jerusalén como corpus separatum sometido a un régimen internacional especial.
A pesar de las décadas transcurridas, de los dos estados previstos en dicha resolución, hasta el momento solo se ha creado uno: Israel.
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