El Santiago es posiblemente la más antigua y dinámica de las tradiciones festivas de Sancti Spíritus, distinguida en el amplio espectro de las expresiones populares potenciadas por más de tres siglos.
Del acto simbólico de veneración ritual a Santiago Apóstol, la fiesta transitó siempre laica y con el curso de los años, mucho más desprovista de su inicial acento, condicionada por los imperativos de una economía desajustada e insegura.
El Santiago Espirituano desde el siglo XIX se define como fiesta urbana, sin embargo, las características que la distinguen son exactamente las mismas que identifican a las festividades rurales.
El Santiago es síntesis, cauce de relaciones y reencuentros, afirmación de la voluntad subversiva de lo cotidiano y acento de pueblo en el tiempo, con todos los matices de cada época y sus hombres.
Escambray comparte con sus lectores la amplia iconografía de esta fiesta, la de más largo aliento en la villa del Espíritu Santo.
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