Con resultados satisfactorios transita hasta el momento el ensayo clínico de una vacuna de creación nacional, producto que se aplica a modo de experimento en aves de las unidades de reemplazo de la Empresa Avícola Sancti Spíritus ubicadas en Cabaiguán y Jatibonico, según declaró a la prensa Alieski Quesada Molina, director de la entidad.
Es un experimento —dijo— de una vacuna cubana con la que se persigue alcanzar soberanía en un renglón que siempre se ha importado y que, a raíz de las limitaciones del país para su adquisición, ha traído consigo contratiempos para sacar adelante el reemplazo y se ha atrasado el rebaño en Cuba. “Hoy los animales son viejos porque no se pueden tener sin vacunar por el riesgo de enfermarse”, expresó.
“Hasta ahora la aplicación de la vacuna, en fase de ensayo clínico, se ha comportado de la mejor manera, ese animal va a estar en Sancti Spíritus toda su vida, por lo que tendrá seguimiento”, precisó.
Asimismo, Quesada Molina informó que expertos de diversos organismos, encabezados por Labiofam, productor de la vacuna, dan seguimiento a dicho proceder en las propias unidades de reemplazo de la provincia.
Destacó que a nivel de país se decidió probarla en Sancti Spíritus, inicialmente los pollos se vacunan el mismo día que nacen en la panta de incubación y los primeros animales llegaron a las unidades en marzo, a partir de ahí se lleva adelante la evaluación del experimento, que se enfoca más en medir las reacciones adversas a partir de que las vacunas tienen diferentes formas de probarse antes de llegar al ensayo clínico, de ahí la importancia de la actual fase de monitoreo.
“Por períodos hemos tenido en el territorio a representantes de Labiofam de La Habana en función de ese seguimiento; además, se incorporó un grupo de profesionales de la provincia de esa propia institución y de la Universidad. En determinados momentos se les han hecho pruebas y, hasta ahora, todas han dado resultados satisfactorios. Hay otro ensayo ahora en el entorno de los 90 y 100 días, que es un período crítico para el animal, y también arroja los resultados concebidos”, comentó Quesada Molina.
El buen comportamiento que muestra el ensayo clínico en ambas unidades puede contribuir a que la vacuna pudiera ser patentada, hecho que se revertería a favor de la salud animal y productiva de esas futuras gallinas ponedoras.
Al decir de Quesada Molina, “sería un éxito que patentizaran la vacuna porque es de creación nacional y daría soberanía con un recurso muy importante para recuperar la actividad avícola”, subrayó.
Éxitos en el trabajo. La ciencia cubana y revolucionaria en la lucha contra las enfermedades.