Con los mismos candidatos, pero situaciones diferentes arrancó este jueves en la ciudad estadounidense de Atlanta el primer debate presidencial de 2024 entre Joe Biden y Donald Trump.
Justo a las 21:00 (hora local del Este) empezó la transmisión. Biden y Trump, en sus puestos, iniciaron un ejercicio que podría ser un punto de inflexión en la carrera electoral de Estados Unidos.
En el debate de 2020, el demócrata aparecía como la esperanza de dejar atrás una caótica presidencia del republicano, quien fue muy criticado por su respuesta a la pandemia de la Covid-19. El voto posterior en las elecciones fue un referendum sobre Trump.
Pero a este debate Biden, aspirante a la reelección, llega con 58 por ciento de desaprobación y más de un cuestionamiento.
Esta noche, por primera vez, un presidente en ejercicio y un expresidente (convicto) se enfrentan ante millones de espectadores, en una discusión adelantada: junio no suele ser, históricamente, mes de debate en tiempo electoral y además ocurre previo a las convenciones nacionales de los partidos Demócrata y Republicano.
Un tercer candidato fue vetado. El independiente Robert F. Kennedy Jr. no alcanzó el umbral requerido por los organizadores para ocupar el podio.
Kennedy Jr. quedó por debajo del 15 por ciento en cuatro encuestas nacionales y tampoco aparece en suficientes boletas estatales que le impulsarían en teoría el mágico número 270, la cantidad de votos necesarios en el Colegio Electoral para asegurar la presidencia.
Al exocupante del Despacho Oval senadores de su formación le sugirieron públicamente una especie de manual de buen comportamiento como fórmula del éxito.
Mientras que el equipo demócrata confía en las habilidades como político del titular del cargo, pese a las dudas sobre sus capacidades y la edad.
Van Jones, quien en su momento fue asesor del presidente Barack Obama (2009-2017), anticipó que, si Biden cometiera un error de gran magnitud ante las cámaras, el futuro de su campaña por la reelección estará acabado. A eso, por supuesto, apostará Trump.
Los dos oponentes acordaron realizar un segundo debate presidencial el 10 de septiembre, el cual será auspiciado por ABC News.
Para los observadores, este primer cara a cara, que no tuvo participación de la Comisión de Debates Presidenciales, ofrece la rara oportunidad de inclinar la dirección de una carrera que se pinta muy reñida, pero que en sentido general le da al republicano Trump posibilidades reales de volver a la Casa Blanca.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.