Boxeo espirituano marca golpes en la historia

Los púgiles del territorio también cuentan en la trayectoria de esta disciplina, que celebra el 27 de agosto su día internacional

Veitía es el único yayabero que ha logrado llegar a lo más alto del podio mundial de mayores con su oro en Hamburgo 2017.

Aunque el boxeo es uno de los deportes más antiguos y tiró sus primeros golpes incluso antes de nuestra era —según reza en la historia del pugilismo—, no fue hasta hace tres años que se estableció el 27 de agosto como el su día internacional por parte de la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA).

Que las celebraciones esta vez se centren en Cuba tiene todos los visos de justicia, al tratarse de una de las naciones que más han brillado a escala planetaria con varios títulos olímpicos, mundiales, panamericanos, centroamericanos y de otros organizados por la AIBA, rectora de la reivindicación de establecer una fecha encaminada a que la familia pugilística mundial se una para compartir su amor por este deporte, mucho más en momentos en que está amenazado con salir de los cronogramas olímpicos.

En Cuba el boxeo tiene nombre propio y puede llamarse Teófilo Stevenson, Félix Savón, Jorge Hernández, Roberto Balado, Armandito Martínez, Emilio Correa, Guillermo Rigondeaux, Robexis Ramírez, Julio César La Cruz, Arlen López, Andy Cruz o Erislandy Álvarez. Cada uno en su época ha logrado que la nación antillana sea reconocida en el planeta por estos y otros íconos.

Además del título por países atesorado en los principales certámenes universales, Cuba sobresale por la obtención de unas 80 medallas olímpicas, más de la mitad de las cuales (42) son de oro.

PRECURSORES

En esa rica historia, Sancti Spíritus tiene su aporte y también sus referentes. Ahora que Cuba se reinserta en los circuitos del boxeo profesional y la velada de este martes en la Ciudad Deportiva con la resonada Noche de Campeones, ratifica esa opción, vale recordar a dos precursores de ring yayabero, entre los tantos que debieron ganarse la vida a costa de dar golpes.

Uno de ellos es Orlando Cepeda, quien pasó a la historia con el seudónimo de Charolito espirituano y quien hizo época en la década de los años 40 y 50 del pasado siglo, sobre todo por su capacidad para noquear.

 Recogen los anales que durante sus once años sobre el ring celebró 126 combates, ganó 102 e hizo 2 tablas, pero sobre todo sobresalen sus 21 peleas consecutivas ganadas por nocaut en el primer asalto. Charolito fue campeón nacional de los pesos welter en 1951 y marchó a Estados Unidos con Pincho Gutiérrez, el mánager de otro inmortal: Kid Chocolate.

El otro fue Jesús García, conocido como El Kíkaro, quien en la década de los 50 de la pasada centuria robó titulares por sus pleitos en el profesionalismo en el que durante una década protagonizó unas 120 peleas, con 80 victorias, algunas de ellas memorables por distintas razones; tal fue el caso ante el imponente Azucarado, de quien jocosamente él mismo contara a los lectores de Escambray: “Me tiró ocho veces y, como el árbitro no paraba, yo mismo le avisé”.

El Kíkaro nunca pudo salir de Cuba donde peleó por otras razones, más allá de su amor por el ring. De sus anécdotas resalta una de cuando le propusieron cruzar guantes con Kid Fichique, campeón welter de Cuba: “Entrenaba cuando podía, me lo propusieron y dije: ¿Cuánto hay, 200 (pesos)? Ni lo pensé, con ese dinero me fajo hasta con Rocky Marciano”.

DE CAMPEONES, MEDALLISTAS Y MUNDIALISTAS

 Varios han sido los espirituanos que han inscrito su nombre en los anales boxísticos del mundo.  El punto más alto lo alcanzó, sin dudas, Yudel Jhonson, único púgil espirituano en alzarse con una medalla olímpica: la de plata en Atenas 2004, en la división de los 64 kilos.

Otros boxeadores también guardan el privilegio de haber participado en una cita bajo los cinco aros: Orlando Palacios, en la cita de Munich 1972, en la división de los 57, Eddy Suárez en la versión de Barcelona 1992, Yosbany Veitía, en las de Londres 2012, Río de Janeiro 2016 y Tokío 2020 y más recientemente Alejandro Claro Fiss, en la de Paris 2024.

A propósito de la coincidencia de este día internacional del boxeo con los 50 años del inicio de los Campeonatos Mundiales, nacidos justamente en La Habana en 1974, valga mencionar que Sancti Spírtus también ha logrado inscribirse en estas citas en las que Yosbani Veitía aparece como la gran figura.

 Dueño de diez coronas nacionales que representan un hecho inédito en esta tierra, el fomentense es el único yayabero que ha logrado llegar a lo más alto del podio mundial de mayores con su oro en Hamburgo 2017. Atesora además una plata en la cita universal de Doha, Qatar, en el 2015 y bronce en las ediciones de Kazajstán 2013 y Taskent, 2023 y una como juvenil en el 2013.

 Antes que él fue el yaguajayense Jhonson, con una vasta trayectoria en el boxeo profesional de Estados Unidos tras su partida de Cuba en 2007, el primer púgil de esta tierra en ganar un oro en un Campeonatos Mundiales con su corona en Belfast, Irlanda en el 2001.

Otros que han logrado medallas en esos certámenes son Pablo Rojas con bronce en el Mundial de 1995 en Berlín, Alemania y el más reciente fue Claro Fiss, con su bronce en Taskent.

Que el boxeo en Sancti Spíritus tiene continuidad lo demuestran hechos recientes, ambos en este año. Gracias, sobre todo, al accionar de jóvenes figuras, la provincia brilló en este 2024 al alzarse por primera vez con el primer en el torneo nacional Playa Girón en enero pasado cuando la sala Yayabo acogió la edición 60 del evento y luego se confirmó en la élite del país al lograr el segundo puesto en la edición de Guantánamo en mayo.

Con cuatro hombres en la principal preselección cubana, hoy en la Academia Provincial se preparan 24 púgiles en tanto en la Escuela de Iniciación Deportiva Lino Salabarría se forman cerca de 40, según datos aportados por Frank Pérez, comisionado provincial del deporte.

GÉNESIS

Indagaciones coinciden en que el boxeo de origen africano se remonta al año 6000 a. c., en la zona de la actual Etiopía.

Aunque ahora está en juego su presencia en las Olimpíadas, este es uno de los deportes más longevos en estas citas, tanto como que en 688 a. C.  fue incluido en los XXIII Juegos Olímpicos de la Antigüedad con el nombre de pygme o pygmachia (pelea de puños en griego).

Con diferentes nombres y formas, su práctica se popularizó en diversas partes del mundo y los historiadores coinciden en señalar al siglo XVIII como el nacimiento del boxeo moderno en Inglaterra, aunque se considera a James Figg, nacido en 1695 en Thames Village, Oxfordshire, como el verdadero padre del boxeo.

En los Juegos Olímpicos modernos irrumpió en la edición de 1904 en Saint Louis, Estados Unidos y, a pesar de los intentos por excluirlo, desde entonces estuvo en todas las ediciones.

Fue un chileno, John Budinich, quien lo introdujo en Cuba en 1910 con la creación, en La Habana, de un gimnasio para la enseñanza práctica de este deporte y hacia 1921 se funda la Federación Cubana de Boxeo, presidida por el coronel Rosendo Collazo.

La eliminación del pugilismo profesional en 1962, marca el nacimiento de una nueva práctica boxística y que ha sido la forja de todo lo alcanzado por la disciplina, que este 27 de agosto celebra su día internacional, 50 años después de que Cuba iniciara su reinado mundial.  

Elsa Ramos

Texto de Elsa Ramos
Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año (2014, 2018 y 2019). Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas deportivos.

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