Con el matiz de su tiempo, las fiestas populares veraniegas en el territorio cabaiguanense se desarrollaron este fin de semana para poner nuevas alternativas al alcance del público.
El escenario principal estuvo en la céntrica avenida Sergio Soto, conocida como la Calle Valle, donde se concentraron las ofertas de música, alimentos y bebidas y contó con una plataforma aledaña al parque central.
No solo el cambio de nombre, de carnaval a fiestas populares, marca una diferencia con las tradiciones. Las limitaciones propias del momento pusieron desbalances entre las ofertas del sector estatal y no estatal, al tiempo que redujeron las posibilidades de contratar talento artístico foráneo de primer nivel, pusieron barreras a la variedad de ofertas gastronómicas y dejaron espacios a la asistencia de público, sobre todo en horario diurno.
El plato fuerte estuvo en área infantil, con una amplia variedad de juegos que incluyó los tradicionales equipos de diversión, así como a las propuestas de novedosas tecnologías de recreación desde la realidad virtual y los juguetes.
Las fiestas populares que concluyen en Cabaiguán dejan tonos diversos en las opiniones de los protagonistas. Algunos, por fuerza de tradición, se empeñan en compararlas con los carnavales de tiempos mejores; otros más agradecidos, las toman como una posibilidad más en modo verano y las disfrutan a plenitud.
Realmente quisiera saber la diferencia entre Carnavales y Fiestas populares porque para muchos es lo mismo, lo que sucede que han querido darle otro matiz ya que estas fiestas en sus ofertas están lideradas por la Mipymes donde la mayoría de los pobladores del lugar y zonas aledañas que disfrutaban de los carnavales hoy no pueden asistir por lo alto de los precios.