A un mes hoy de las elecciones en Estados Unidos, ni encuestas ni analistas lanzan pronósticos debido a la cerrada carrera entre la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump.
Según el promedio de los sondeos nacionales elaborado por ABC News/538, el apoyo a Harris se encuentra en torno a 49 por ciento, mientras que el de Trump ronda el 46 por ciento; sin embargo, esta diferencia de apenas tres puntos porcentuales se encuentra dentro del margen de error, es un empate técnico, por lo cual es difícil sacar conclusiones.
No obstante, la vicepresidenta llega a la recta final como la ligera favorita, a tono con el modelo de The Hill/Decision Desk HQ, que le da un 54 por ciento de posibilidades de ganar la presidencia.
Los republicanos son los mayores favoritos para ganar el Senado, con un 71 por ciento, de acuerdo con los augurios, en tanto, la batalla por la Cámara de Representantes está tan reñida como la contienda por la Casa Blanca, y los conservadores tienen un 56 por ciento de probabilidades de mantener su mayoría.
Para algunos expertos, el hecho de que no hayan más debates programados entre los dos rivales hace pensar que los números de uno u otro no se moverán mucho más, porque se mantienen en un similar comportamiento en las últimas semanas.
«Si se observa cómo ha sido esta campaña presidencial hasta ahora, lo único que es predecible es lo impredecible que ha sido», dijo la estratega republicana Nicole Schlinger, cita por el diario The Hill.
La víspera el reconocido cineasta Michael Moore advirtió que será necesario que el expresidente Trump pierda las elecciones “de manera aplastante” para “garantizar” que desaparezca del centro de atención. “Necesitamos asegurarnos de que Trump pierda de manera aplastante, con cifras tan masivas (…) porque esas es la única manera de garantizar su eliminación permanente del ojo público”, dijo el director de “Fahrenheit 9/11” en una publicación en su sitio web.
“No deberíamos conformarnos con nada menos”, insistió Moore, quien vaticinó el triunfo de Trump en 2016, y ahora expresó optimismo de que la vicepresidenta Harris ganaría la Casa Blanca el próximo mes.
“Trump está acabado”, escribió Moore al opinar que “si todos hacen su parte en las próximas semanas, Trump se irá al traste”, aunque sugirió que los partidarios de Harris tengan cuidado.
“Sabemos que Trump tiene una racha estelar de lograr lo imposible, y quienes lo han descartado han vivido más de una vez para ver el día en que deben aceptar su humildad. Nunca es prudente hacer un baile de la victoria en la línea de dos yardas cuando Trump es tu oponente”, comentó el cineasta, ganador del Oscar en 2003 con su documental ‘Bowling for Columbine’.
Moore también alertó que la campaña de Harris podría flaquear en sus últimas semanas antes del día de las elecciones si la demócrata “recibe el consejo de sus ricos donantes de evitar la izquierda y abandonar sus posiciones más progresistas a favor de un ‘movimiento hacia el centro’”.
Esto podría reducir o deprimir el voto por Harris —argumentó—, especialmente entre las bases. «Sé que muchos de ustedes no quieren escuchar eso, pero solo estoy tratando de advertirles que las acciones de los piratas del partido y los expertos tienen consecuencias”, añadió.
“Si alguna vez hubo una elección en la que lo totalmente inesperado y loco podría suceder, esta ya es esa elección”, subrayó el cineasta y activista de 70 años al enfatizar que “no supongan nada. No den nada por sentado”.
Consideró que hay que trabajar para prevenir los peores resultados y “prepárense para hacer que una posible presidencia de Trump sea un completo fracaso dedicando estas próximas semanas a ayudar a elegir demócratas para la Cámara de Representantes y el Senado, creando así un Muro Azul que garantizará que Trump no pueda hacer nada durante los próximos cuatro años”, concluyó.
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