¿Cómo murió Martí? Un análisis desde la ciencia forense: manantial de revelaciones

A propósito de la XXXII edición de la Feria del Libro que por esto días sacude a Sancti Spíritus, Ediciones Luminaria saca a la luz una nueva edición de una obra que despierta un inusitado interés del lector desde la propia sugerencia de su título: ¿Cómo murió Martí? Un análisis desde la ciencia forense, del autor Ercilio Vento Canosa.

Es válido aclarar que se trata de una nueva edición del libro que ya había sido publicado en 2013 por Ediciones Matanzas. Desde entonces, pudo enriquecer aún más su obra con aspectos novedosos. Su título La cruz de caguairán alude al homenaje realizado a José Martí en Dos Ríos.

Cuenta la historia que unos vecinos de la zona, José Rosalío Pacheco y su hijo Antonio, pusieron donde había muerto Martí una cruz de caguairán, cuya señal le valió a Máximo Gómez para rendir en 1896 el primer honor por la caída del Apóstol.

Desde entonces el autor pudo enriquecer aún más su obra con aspectos novedosos que incluye esta edición. Ercilio Vento Canosa, nacido en Matanzas, es un doctor, espeleólogo, coleccionista y apasionado seguidor de varias disciplinas humanísticas e historiador de la ciudad de Matanzas. Entre sus obras más importantes se destacan Notas sobre mitología aborigen de Cuba, El golpe milagroso y Carmen, la agonía del verso. 

El texto consta de un total de 89 páginas, desglosadas en 11 capítulos, donde el autor hace un acucioso estudio de las particularidades de la muerte del Apóstol José Martí Pérez, esta vez con un enfoque diferente. El análisis que oscila entre la historia y las ciencias médicas ayuda a esclarecer el desafortunado episodio.

Dada la extensa bibliografía existente relativa a la vida y obra de José Martí pudiera decirse que ya todo está escrito. Unas cerca de 30 biografías —o tal vez más—, muchas de las cuales resultan originales y relevantes, son muestra de ello. Pero hay aspectos de la vida de quien ha sido venerado por unos y vilipendiado por otros que son muy atrayentes de por sí, sobre todo por las incongruencias historiográficas.

Relacionado con las particularidades concernientes al ocaso de la vida de Martí existen algunas obras importantes que abordan dicho tema desde la historia. Estás en su mayoría fueron utilizadas por el autor, son los casos de: Martí, el Apósto, de Jorge Mañach, y Martí, hombre, de Gonzalo de Quesada y Miranda.

También se pueden aludir otros trabajos sobre la muerte del maestro como son: Alrededor de la acción de Dos Ríos, de Gonzalo de Quesada, Dos Ríos: a caballo y con el sol en la frente, de Rolando Rodríguez y La muerte indócil de José Martí, de Arnaldo Miguel Fernández. Cada una de estas obras está marcada por diferentes enfoques desde la dimensión de sus estudios y son de gran importancia por la relevancia de sus aportes para este libro en concreto.

En ¿Cómo murió Martí?…, además de un acertado trabajo con las fuentes, el autor devela aspectos insuficientemente abordados o malinterpretados en relación con los sucesos de Dos Ríos el 19 de mayo de 1895.  Con un lenguaje ameno, pero también elegante interesa al lector de detalles que han suscitado en los últimos tiempos importantes debates en el ámbito científico. Vento Canosa investiga, entre otros aspectos, el combate donde cae José Martí, los disparos mortales sufridos; analiza desde la óptica de la medicina legal algunos errores cometidos en el acta de autopsia, así como la conservación del cadáver.

El combate de Dos Ríos significó un momento trascendental en la Historia de Cuba. Para algunos sin miedo a la especulación resultó ser el principio del fin de una revolución que se fue quedando acéfala desde sus inicios. Sin lugar a dudas, el impacto de la muerte del ideólogo de esta gesta libertadora se hizo sentir profundamente en las filas del Ejército Libertador y alrededor de su caída en combate se fueron suscitando disímiles versiones. Algunas parten de los criterios ofrecidos por su acompañante Ángel de la Guardia, el práctico Antonio Oliva y por el Generalísimo Máximo Gómez. Incluso hay, aunque en menor medida, quienes sugieren un supuesto homicidio que pudiera haberse ejecutado desde las filas mambisas. 

A estos elementos habría que añadir la tesis que algunos estudiosos refieren sobre las razones que existían para admitir el hecho de que Martí avanzaba hacia una muerte segura. Todos estos aspectos son de algún modo tratados por el autor para, a partir de una investigación triangular, defender su tesis desde la ciencia forense y demostrar que aún existen detalles que se han pasado por alto que pueden desentrañar una nueva versión de los hechos ocurridos en Dos Ríos.

En ello radica también lo novedoso e interesante del libro, en el cual se develan omisiones muy importantes como las relativas al acta de autopsia tales como no hacer la descripción detallada de las lesiones internas del cadáver, que desde el punto de vista médico son las que definen la causa de muerte. Entre tanto, la descripción forense que se hizo en su momento quedó resumida en que las heridas externas fueron producidas por proyectil de arma de fuego, sin explicar la relación de estas con las lesiones internas a las que alude el autor del libro.

La ausencia de un análisis concatenado de las causas de su muerte, comenzando por estos errores y otros tantos que se exponen en la obra, determinan el replanteamiento de algunas de las tesis de cómo realmente murió José Martí.

Otro de los aspectos novedosos de este libro radica en cómo Vento Canosa pudo reconstruir la secuencia de las balas que impactaron el cuerpo de Martí, la reconstrucción de su caída y las posiciones de los impactos de los proyectiles en su cuerpo, además del ya referido análisis de la autopsia de dicho cadáver, con alto grado de descomposición. Este trabajo lo realizó el doctor Pedro Pablo Valencia en el propio año 1895. En el texto se aclara de forma explícita que en aquel contexto y dadas las circunstancias el médico forense a cargo del caso no podía hacer mucho más.

Es válido aclarar como dato adicional a su propio contenido el itinerario fúnebre que tuvieron dichos restos mortales. Unos cinco enterramientos se registran en la historia hasta su definitivo descanso en el Memorial que hoy guarda sus restos. El primero en el caserío de Remanganaguas por el coronel José Ximénez Sandoval, noticia que resultó estremecedora para el pueblo cubano. Tanto es así que el propio capitán general Arsenio Martínez Campos, de paso por Santiago de Cuba, envió de forma inmediata un médico para que le hiciera la exhumación y certificara el deceso: el ya mencionado Pedro Pablo Valencia Forts.

De este análisis independientemente de sus omisiones como ya vimos, señaladas por Vento Canosa, se infieren no solo los rasgos físicos de Martí, sino también la forma en que iba vestido en el momento de su caída en combate. Según las descripciones hechas por este médico forense, llevaba saco oscuro y pantalón claro, calzaba borceguíes negros, tenía consigo, entre otras prendas un reloj de oro con sus iniciales, un revólver con culatín de nácar, un machete, alforjas de cuero, una cartera de bolsillos con notas, retratos y espuelas vaqueras.

También una escarpela bordada con mostacilla y un libro muy pequeño manuscrito por el propio Martí y en el dedo de la mano una sortija con la palabra Cuba; La misma que fue fundida con los grilletes que sufrió en el presidio político.

Después de esto, consigna la historia que ultrajaron sus despojos mortales y ante la indignación del pueblo y las enérgicas protestas fueron llevados los restos al cuartel de las milicias locales para redoblar la vigilancia. Lo acaecido posteriormente con sus cuatro entierros hasta su peregrinar definitivo al cementerio de Santa Ifigenia, a pesar de no ser el centro de análisis de este libro, constituye un tema no menos interesante.

Todos los hechos vinculados con la muerte de la icónica figura de José Martí Pérez, por mucho que se haya investigado, no deja de suscitar interés. En cada investigación realizada hasta el momento vinculada al capítulo final de su vida se traslucen verdades que sólo se pueden desentrañar partiendo del aporte sustancial de otras ciencias. Sin lugar a dudas ¿Cómo murió Martí? Un análisis desde la ciencia forense, obra que Ediciones Luminaria pone al alcance de los lectores, cumple con estos preceptos. Es una clara invitación no solo a la lectura sana e instructiva, sino también a ser jueces críticos de nuestra historia a partir del aporte al conocimiento que nos brindan obras como estas.