Para Christian Manuel Castellano Rangel el deporte siempre fue una actividad indispensable en su vida, incluso desde la niñez. Sin embargo, no sabe por qué, cosa curiosa, descubrió su desmesurada fuerza escapular durante un momento de casualidad, cuando dos compañeros que conocían su movilidad anormal en los omóplatos lo convencieron para que hiciera un acto para él descabellado.
El muchacho, por aquel entonces en la secundaria básica, recuerda que analizó con desconfianza el video donde un forzudo de circo reducía a una plancha una lata de cerveza. ¿Lo sorprendente? Las aplastaba con lo que en buen cubano llamamos las paletas.
Hasta dicho momento, Christian estaba convencido de que poseía una movilidad poco natural en la zona, pero nada más y al ver su hazaña aquello procuró en todos tal asombro que los héroes de las clases de Español-Literatura se vieron minimizadas ante la proeza del chico cubano.
“Todos se quedaron locos: profesores y alumnos estuvieron maravillados. Nunca sufrí burla, bullying o algún tipo de discriminación por ser diferente, sino una sana admiración. Muchos me decían: Ojalá yo tuviera ese talento. Entonces fui adaptando mi espalda para soportar más y más”.
A finales de 2018, realizó la primera búsqueda en Internet: gente aplastando latas con los omóplatos, y Google devolvió resultados en blanco. Esa noche descubrió que posiblemente era el único en el mundo con tal talento suprahumano y vislumbró la idea de presentarse a los más importantes récords mundiales.
“Lo de los Guinness se me ocurrió a finales de 2018 e intenté mi primera marca el 5 de mayo de 2019. Logré 20 latas en un minuto y fui escalando hasta 23, 25 y 30”.
Dos meses después descubrí que en Estados Unidos alguien había más que duplicado mis números: Fabrizio Melito aplastó 68 latas con sus escápulas antes de que se le acabaran los 60 segundos reglamentarios.
“Recuerdo que me pregunté: ¿68 latas en un minuto! ¿Cómo puede ser posible? ¡Si yo apenas superé las 20! Pero no me di por vencido. En menos de un mes sobrepasé las 70 y, de hecho, logré 78”.
A finales de agosto del propio año decidió presentarse a la intentona de serigrafiar su nombre en los Récords Guinness pensando que, incluso si los nervios lo traicionaban, podría, con buen tiempo, superar a Melito.
“El día pactado hicimos 84. No una ni dos, sino casi 20 más que el actual campeón. Juro que se me salieron las lágrimas en la entrevista: pensé que saldría adelante y que esta sería la oportunidad para crecer. Sin embargo, me desilusioné cuando me dijeron que no podrían valorar mi récord por temas de situación geográfica y porque había que medir las latas”.
“Me presenté en un segundo momento, logré dos menos que la última vez y medimos los recipientes al final, pero encontramos fantasmas de nuevo. Esta vez teníamos que presentar un video en el cual demostráramos de antemano que los que empleamos eran envases reciclados o no nos aprobaban por temas de contaminación”.
Hace cuestión de semanas, Christian se comunicó por Instagram con la junta directiva de Got Talent España y varios agentes encargados de buscar concursantes. La respuesta fue concisa: “Nos encanta lo que haces. Te queremos acá”.
“Si consigo el financiamiento necesario para llegar a este evento de fama mundial lograré mostrar al mundo las habilidades con las que nací y las que también con mucho esfuerzo he logrado construir y creo que, de una vez por todas, podré trascender”.
Para asistir a la península ibérica, el singular atleta espirituano prepara una actuación aún más sinigual: comenzó tirando de la motorina de una colega con sus omóplatos, la cual pesaba unos 500 kilogramos y descubrió que la movía con facilidad. Cuando detectó que el Guinness era de 1 070 kg, por un chico de la India, probó con el auto de la madre de un amigo, el cual rozaba la tonelada.
“Le añadimos 100 kilogramos en pesas y lo moví. ¡Qué felicidad! Me costó trabajo porque entrené pocas veces y solo durante un, pero si hubiera estructurado el entreno como el de las latas lo habría logrado, pienso, con más soltura”.
Por estos días se prepara para llegar a los 1 500 kilogramos de tracción, entrena para sostener pesas con sus escápulas y también quebrar CD. Este último reto, confiesa, no es algo complicado, pero afirma que si nadie lo ha hecho allí estará él para hundir barreras, techos y números que involucren la fuerza de esa zona localizada en la parte superior de la cadena posterior.
Christian es un ejemplo a seguir, tiene una voluntad de oro
Christian te admiro mucho eres el mejor
Muchas gracias amigo mio por hacerme esta entrevista y ayudarme en este proceso tan importante para mi super agradecido la verdad, espero que todo salga bien si Dios quiere.