Si bien la democratización de los viajes turísticos internacionales ocurrió a mediados del siglo pasado, lo cierto es que origen de esta festividad se remonta a1980 cuando la Organización Mundial del Turismo (OMT), la agencia especializada de las Naciones Unidas para promover el turismo sostenible y universalmente accesible, decidió instituir este día para concientizar a la comunidad internacional la importancia de viajar de forma responsable.
Estos retos mundiales se abordan hoy en la Agenda 2030 y se resalta la contribución del sector turístico en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Según datos publicados por las Naciones Unidas, durante las últimas seis décadas hasta el 2020, el turismo ha creció y se ha diversificado de manera constante, llegando a rincones insospechados del mundo. Gracias a esto, se ha convertido en uno de los sectores más importantes y de mayor crecimiento, así como el sostén de decenas de países.
De acuerdo con la propia agencia, los desplazamientos internacionales de turistas a nivel mundial se han multiplicado casi 40 veces. Se calcula que este sector representa el 7.6 por ciento del Producto Interior Bruto mundial y emplea al 10 por ciento de los trabajadores del planeta.
En marzo del año pasado, el portal Cubadebate publicaba que la recuperación del turismo canadiense, principal mercado turístico de la isla, facilitó que el país tuviera medio millón de visitantes hasta la fecha y casi un millón y medio hasta julio de este año, lo cual representó un crecimiento ostensible con respecto al año anterior.
Si bien es cierto que el sector turístico espirituano ha experimentado una mejoría considerable en comparación con el año 2020, todavía labora bajo los ecos de las consecuencias de la pandemia ocasionada por la covid, tanto directivos como trabajadores de la llamada industria sin chimeneas, surcan hoy retos y obstáculos que no se vencen de un plumazo.
Aunque el proceso de recuperación es palpable y prosigue su marcha, los avances continúan y los ingresos deben ser mejorados, con la sincronización de múltiples factores internos y externos.
En este sentido, la sostenibilidad es una prioridad inamovible para el desarrollo turístico y diversas autoridades del ramo afirman que desde las más altas esferas se trabaja para minimizar el impacto ambiental de la actividad, adoptando prácticas respetuosas con el medio ambiente, promoviendo la conservación de nuestros ecosistemas y fomentando el uso de energías limpias; todo ello con un objetivo claro: un turismo que beneficie a las comunidades locales sin comprometer la belleza natural del país.
Este 27 de septiembre se hace eco de la celebración y, como es habitual, se extiende a los agentes del turismo y a las comunidades receptoras para reunirse, celebrar el día como símbolo de esfuerzos comunes por el desarrollo comunitario, y a crear juntos un mundo en el que el turismo no solo enriquezca nuestras vidas, sino también al planeta que compartimos.
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