Cuba abogó este jueves en Naciones Unidas por fortalecer la cooperación global ante los retos que impone el cambio climático para la infancia, en particular en la región de América Latina y el Caribe.
Durante un encuentro de la Junta Ejecutiva del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), el representante permanente de la isla ante el organismo, Ernesto Soberón, consideró ese como uno de los desafíos más apremiantes de la actualidad.
“Los daños a los ecosistemas, de los que dependen muchas comunidades para su sustento, ponen en peligro directo a los más jóvenes y vulnerables”, aseguró el diplomático al intervenir en representación del Grupo de Latinoamérica y el Caribe en la cita.
El representante insistió en particular en el aumento del nivel del mar, que plantea una amenaza gradual pero grave a las comunidades costeras e insulares, los medios de vida y las infraestructuras, al tiempo que desplaza a familias y perturba la vida de los niños.
“Los fenómenos meteorológicos extremos se están volviendo más frecuentes y severos en América Latina y el Caribe, ya sean huracanes, olas de calor, inundaciones, sequías e incendios forestales”, dijo además.
Estos no son sólo problemas ambientales; son problemas profundamente humanos, ya que afectan la capacidad de desarrollo, remarcó.
De acuerdo con el también embajador, ese panorama dificulta además el acceso de los niños a la vivienda, la educación, la atención sanitaria y las necesidades básicas.
A la par, aumenta su vulnerabilidad a las enfermedades infecciosas, la desnutrición y las afecciones respiratorias.
“A medida que el cambio climático exacerba el alcance de los insectos portadores de enfermedades y empeora la inseguridad alimentaria y del agua, socava los cimientos mismos del desarrollo de los niños, amenazando su salud física y mental ahora y en el futuro”.
Como respuesta, el también embajador instó a la cooperación internacional en una respuesta mundial coordinada para abordar los efectos complejos y de largo alcance del cambio climático en los niños.
“Debemos reafirmar nuestro compromiso de colocar a los niños en el centro de nuestra respuesta climática”, instó al llamar además a invertir en educación climática y aprovechar los espacios brindados por Unicef y otros organismos de Naciones Unidas.
El diplomático saludó en particular el compromiso de Unicef para mejorar el acceso al agua potable, el saneamiento, los servicios de salud y los sistemas educativos resilientes en América Latina y el Caribe.
Su alianza, subrayó, ha sido fundamental para salvaguardar el futuro de nuestros niños y esperamos continuar con esta colaboración.
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