Cuerdas del alma

Del guitarrista español Andrés Segovia no solo siguen su manera exquisita de pulsar las cuerdas. Creen con fidelidad en su frase de que ese instrumento es el más fácil de aprender, pero el más difícil de interpretar. Tanto así, que la mayor parte del tiempo se les ve reclinados sobre la curva que les permite cimbrar.

“Cuerdas del alma surgió para defender lo aprendido en la escuela: la música de concierto”, deja escapar, con la misma pasión con que corre los dedos por el instrumento, Luis Javier García Rodríguez.

Tiene 20 años y muchos sueños. Uno de ellos se hizo realidad la noche del 21 de diciembre de 2023 en la Peña de Música de Concierto que tiene lugar cada mes en la Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena. Allí, frente a oídos aguzados, le presentó a Sancti Spíritus el quinteto que reúne a amigos de casi toda la vida.

“Desde pequeños coincidimos en el amor por las cuerdas. Todos somos egresados del sistema de enseñanza artística, donde se nos forma como guitarristas concertistas. Decidimos unirnos sin mirar en el futuro y hoy, a la vuelta de unos pocos meses, hemos logrado dar unos cuantos pasos”.

Bien saben Roxana Pérez Fariña, Karen Marie Dorta Pérez, René Catalá González y Gleibys Peralta Bello —quienes sin dudarlo aceptaron el reto de darle vida a un proyecto diferente en el pentagrama espirituano— cuántas horas de ensayo ha exigido el montaje de un repertorio diverso y que los hace ver mucho más maduros sobre el escenario.

“Interpretamos música brasileña, mexicana, española, africana, cubana… Pero todo responde a la música de concierto. Y quizá muchos se pregunten por qué no defender melodías que arrastren más públicos. Y es que creemos que la música de concierto contribuye a la formación de una mejor y más integral sociedad. Cuando salimos de la escuela nos dijimos: ¿qué hacemos ahora con la guitarra y con nuestra formación? De seguir otro camino, significaría empezar de cero. Esas ideas nos hicieron apostar por la estética de Cuerdas del alma”.

A Gleibys Peralta Bello la une al proyecto, más que los lazos de amor con Luis Javier, un compromiso con la ciudad que le abrió los brazos. Dejar atrás su casa en el municipio cienfueguero de Abreus y las enseñanzas de la Orquesta de Guitarras Ensemble, de esa provincia, hoy son suspiros de añoranzas.

“Es cierto que allá estaba junto a todos mis maestros, grandes de la guitarra en Cienfuegos, y existe una vida cultural muy buena. Pero pensaba en Sancti Spíritus y sentía que necesitaba que los jóvenes le aportáramos y decidí venir. Con toda sinceridad te confieso que, para mí, tanto en lo profesional como en lo personal, ha sido muy bueno estar aquí.

“Primero, porque puedo impartir clases en la Escuela de Arte Ernesto Lecuona, pues en la de allá la plantilla estaba completa y no hacía falta. Ingresé en el coro vocal Imago, otra escuela de la mano del maestro Sander Morgado. Y Cuerdas del alma ha sido difícil, pero a la vez reconfortante porque, a diferencia de Ensemble, aquí somos uno por cuerda y es muy complicado de esa forma interpretar una sola voz. La clave para lograr esa coordinación ha sido, sin dudas, el amor y entrega a lo que hacemos”.

Se siente cuando se disfruta cualquiera de sus interpretaciones. Acomodan con ternura entre sus brazos las guitarras. Sucede igual cuando René Catalá la deja descansar sobre el asiento para pulsar los fuertes sonidos del contrabajo. Los compases arrastran de un lado y del otro a los cinco cuerpos, que parecen levitar mientras rasguean las cuerdas.

“Aprendimos a expresar nuestros sentimientos a través de ellas”, acota el líder.

Y como jóvenes de estos tiempos, regalan en sus diferentes redes sociales ese talento. Así, el maestro Reynier Mariño los descubrió a través de Instagram y los sumó a sus recientes presentaciones en el apretado periplo que incluyó diferentes puntos de la geografía provincial.

“Junto a su proyecto y la maestra Yalit González nos presentamos en Yaguajay, el Teatro Principal, Trinidad y Guayos. Fueron horas muy provechosas porque aprendimos tanto de la guitarra, de temas empresariales como de la grandeza humana de ese músico cubano.

“Luego, nos invitó a ir a La Habana y allá protagonizamos un programa de presentaciones muy bueno. Lo acompañamos en el bar Tempo Habana, en la Casa Natal de José Martí; para nosotros fue un honor estar allí porque el Apóstol siempre fomentó el gusto por la buena música y sus palabras al respecto están plasmadas en el informe que presentamos al Instituto Cubano de la Música para ser reconocidos como profesionales. Y si no bastara con esa alegría, compartimos la experiencia de dialogar con estudiantes del Conservatorio Amadeo Roldán. Imagínense el orgullo, cuando los cinco integrantes somos profesores en nuestra escuela espirituana. Por último, pudimos intercambiar sobre Cuerdas del alma en un programa del Canal Habana. Cada uno de esos momentos se los debemos a Reynier Mariño”.

Esas alegrías se suman a la reciente noticia de resultar miembros oficiales de la Asociación Hermanos Saíz (AHS). Justamente en la Casa del Joven Creador de Sancti Spíritus plantarán bandera una vez al mes para regalar sus melodías y hacerse acompañar de invitados, también defensores de la música de concierto.

“Será un espacio nuevo. Además del agradecimiento a la AHS, es una muestra de lo que podemos hacer por la cultura espirituana, a la que nos debemos”, insiste Luis Javier.

Es ese otro de los muchos sueños que carga en el estuche de su guitarra. Entre el resto de anhelos está el de oficializar la matrícula en el Instituto Superior de Arte (ISA) el próximo curso escolar, a fin de adentrarse aún más en el íntimo mundo de la guitarra. “Para el desarrollo de la cultura en Sancti Spíritus resulta necesario contar con más graduados universitarios en las especialidades artísticas, pues no predominan. Esa culminación de estudios contribuye a una mayor intelectualidad del creador e incide en una mejor expresión de su arte. Así podremos ayudar mucho mejor a conservar nuestra identidad y defender nuestros verdaderos valores”, concluyó.