Indica la Ortografía de la lengua española (OLE) que en la expresión 12 m. la abreviatura m. corresponde a la palabra latina meridies, cuya traducción al español es mediodía, y no meridiano. De resultas, destaca el texto académico, es incorrecto decir doce meridiano, en vez de doce del día o doce del mediodía.
Por su parte, el Diccionario de la lengua española (DLE) establece que meridiano, proveniente del latín meridianus, es un adjetivo que, en la acepción que aquí interesa, significa ‘perteneciente o relativo a la hora del mediodía’. Por tanto, si lo eligiéramos, habríamos de concordarlo: las doce meridianas.
Asimismo —sigue explicando el código ortográfico—, las formas a. m. y p. m. constituyen las abreviaturas respectivas de las locuciones latinas ante meridiem y post meridiem. La primera significa ‘antes del mediodía’ y la segunda ‘después del mediodía’. Sorprendentemente, nada más señala.
Pero, siguiendo la lógica del argumento con que la OLE proscribe doce meridiano, ¿no cabe la inferencia de que, por ejemplo, debiera decirse, traduciendo del latín, ocho antes del mediodía y ocho después del mediodía; o, si se apela a las voces adjetivas antemeridiana y posmeridiana (que el DLE recoge), ocho antemeridianas y ocho posmeridianas?… Nada más alejado de la realidad del habla.
Según el DLE, vale reinterpretar el adjetivo antemeridiano como adverbio, lo cual justifica la invariabilidad gramatical que muestra en el español de Cuba y en el de varios países americanos: ocho antemeridiano.
Aun cuando podría aplicarse el mismo razonamiento a posmeridiano, no es esa la dicción verificada en el uso, sino pasado meridiano —ausente del DLE—, que se resiste tanto a la fusión fónica y gráfica como a la adverbialización.
Las expresiones horarias con el adjetivo meridiano casi no se emplean, como bien refiere la Nueva gramática de la lengua española. En Cuba apenas se las escucha en alguna que otra comunicación oficial trasmitida a través de la radio o la televisión y en ciertas radioemisoras donde la forma habitual de anunciar la hora del mediodía es doce meridiano.
Por lo común, cuando el hablante necesita desarrollar las abreviaturas a. m. y p. m., las deletrea, [a.é.me], [pe.é.me], tratándolas como siglas, acaso por influjo de la lengua inglesa. En consonancia, abunda su escritura en mayúsculas y sin los puntos abreviativos: AM, PM.
Traigo el asunto a colación por lo poco conocido y curioso. Ni las formas concordadas (doce meridianas, ocho antemeridianas y ocho posmeridianas) ni las otras (ocho antes del mediodía y ocho después del mediodía) tienen la menor probabilidad de asentarse en la práctica lingüística.
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