Las operaciones en el puerto Guillermón Moncada, en Santiago de Cuba, se vieron afectadas por un escándalo de corrupción que involucra a múltiples actores.
Entre los implicados están funcionarios y trabajadores portuarios, así como empresas de carga y transportistas, que desviaban productos básicos del puerto de la ciudad.
Las autoridades recuperan más de 60 toneladas de alimentos y procesan a 78 implicados.
Durante el proceso investigativo se incautaron grandes cantidades de alimentos importados ilegalmente, como arroz, frijoles, azúcar y harina.
Fueron detectadas conductas delictivas relacionadas con malversación, falsificación de documentos y receptación, lo cual supone sanciones de hasta 20 años de prisión para los implicados.
Respecto a estos lamentables hechos, las autoridades enfatizan en la importancia de combatir la corrupción y proteger los productos destinados al pueblo, en lo cual juegan un papel clave la vigilancia popular y las administraciones estatales.
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Cuando un hecho de estos sale a la luz, busquen en otros lugares similares porque se pueden estar sucediendo también. Estas situaciones tienen cadenas que operan en cualquier lugar.
Además cuando pasan estos hechos nos damos cuenta que no solamente suceden porque nos faltan personal para el control interno sino que tampoco se seleccionan bien.
Existen lugares incluso en los que los que saben y están preparados, son exigentes y honrados no convienen y no se les da trabajo.
A partir del alto valor de cualquier producto desviado al mercado ilegal lo que provoca cada vez menos poder adquisitivo del salario, la tentación de involucrar e invitar a la corrupción toda la cadena laboral es muy grande incluidos directivos.
Seguimos la mayoría de la veces sin escuchar las opiniones de la población. Muchas veces se filtran criterios sobre lo que está ocurriendo y no prestamos atención suficiente.
Tampoco escuchamos los anónimos y otras vías de retroalimentación dentro de las organizaciones políticas y sindicales para adelantarnos a estos dolorosos hechos que afectan luego a familias.
Se ha reiterado por la contraloría general de la Republica que los hechos de corrupcion no caen en paracaídas, se van cocinando poco a poco. Por tanto dónde suceden ha existido falta de observación, atención y cuidado de todos los responsables y por tanto son todos colaterales del hecho.