En la minuciosa cronología elaborada por el Centro Meteorológico Provincial sobre los ciclones tropicales que han afectado a Sancti Spíritus desde el bien lejano 1786 hasta la actualidad, se concluye que al territorio ha llegado como promedio uno de esos eventos en cada quinquenio.
Sin embargo, esa estadística nos parece imposible porque cada año aquí escuchamos hablar de uno u otro ciclón y de sus efectos devastadores en alguna región, ya sea por sus vientos o por las inundaciones que provocan sus intensas lluvias.
Entonces todavía resulta más sorprendente saber que los más dañinos, los huracanes que atraviesan la isla de sur a norte, en la clasificación de gran intensidad, no se asoman por aquí desde hace ya casi 140 años.
Freddy Ruiz, experimentado especialista del Centro Meteorológico Provincial ofreció a Escambray increíbles detalles al respecto: “Cuando los ciclones pasan paralelos a la costa la afectación es menor, pero cuando entran por el sur y atraviesan el país hacia el norte afectan mucho más. El último que lo hizo fue el Lily en 1996, entró por Cienfuegos y salió por Villa Clara, pero quedamos a su derecha, donde los vientos soplan más fuertes y fuimos bien impactados”.
Sin embargo, propiamente el territorio espirituano no es surcado por uno de estos eventos desde agosto de 1964: “Se llamaba Cleo y tuvo categoría 1, que significa vientos entre 119 y 153 km/h, hizo daños en toda la antigua provincia de Las Villas y aquí a todos los municipios, en menor medida a Trinidad, donde se sintió como una tormenta tropical”.
Bastante antes, en octubre de 1945, pasó por aquí un huracán categoría 2 —implica vientos entre 154 a 177 km/h—. “Este era pigmeo, muy chiquito, no afectó tanto, pasó próximo al este de la actual provincia. No tenía nombre en esa fecha, se le llamó el Tornado de Guasimal, porque la prensa de la época en su momento lo clasificó como un tornado por los daños fuertes en poca extensión.
“Pero por los datos que lleva el centro nacional nuestro y el Centro de Huracanes de Miami, rector de la actividad ciclónica en la cuenca atlántica, lo pudimos clasificar como ciclón. Afectó al central Natividad, el sur espirituano y al propio Guasimal”.
Por último, el especialista menciona el único huracán de gran intensidad —categoría 3, con vientos entre 178 a 208 km/h— que ha atravesado Sancti Spíritus: “Fue hace 138 años, el 21 de agosto de 1886. No se le puso nombre y afectó más a Jatibonico y La Sierpe, pero en general dañó a todos los municipios”.
Y toda esta cronología específica sale a relucir precisamente ahora porque vivimos una temporada ciclónica que se pronostica como muy activa; entonces, ya que la posibilidad existe, resulta prudente tomar todas las previsiones orientadas por la Defensa Civil y acreditar hasta los más populares conjuros.
Aquí vale todo: desde podar árboles y destupir tragantes, hasta cruzar los dedos, tocar madera o invocar a la mismísima Santa Bárbara porque incluso las supersticiones y las creencias serían bienvenidas para quedar libres de semejante monstruo destructor.
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