Hay quienes —por su doble discurso— padecen lo que pudiera denominarse como el síndrome de la yagruma, cuyas hojas lucen dos caras: verde oscuro, por un lado, y blanco, por el otro. Dicho sea de paso, algunos de esos simuladores se han visto hundidos hasta el cuello en el fango de la corrupción. Ha sucedido en Cuba y en los países de la taigá, en la Amazonia e, incluso, en los enclavados en el desierto del Sahara, donde, a propósito, no aparece una yagrumita ni en los centros espirituales.
Aunque tenga expresiones en otros sitios del mundo, nada justifica en esta isla la manifestación del doble discurso en determinado dirigente, menos aún en la alta estructura del Gobierno, ejemplificado, recientemente, en el ex viceprimer ministro y extitular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández.
A raíz de este caso y para ser congruente con el valor estratégico que le ha otorgado a la comunicación, en marzo último el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, emitió una Nota Oficial, donde exponía literalmente que la dirección de nuestro Partido y Gobierno nunca ha permitido ni permitirá jamás la proliferación de la corrupción, la simulación y la insensibilidad.
Para confirmar esta certeza de Díaz-Canel, le abrimos paréntesis in extenso a un caso juzgado por la Sala Primera de lo Penal, del Tribunal Provincial Popular, que sancionó a quien fuera director de la Empresa Municipal de Comercio Sancti Spíritus (EMCSS) desde mayo de 2022 hasta julio de 2023, a ocho años de privación temporal de libertad (todavía no es firme la sentencia) por el delito de actos en perjuicio de la actividad económica o de la contratación.
La condena no cayó del cielo, y parte de la evidencia la brindó una comprobación realizada a la EMCSS por el Grupo Empresarial de Comercio Sancti Spíritus (GECSS), la cual puso la lupa en la compra y venta de 42 000 unidades de refresco marca Pool —con fecha de vencimiento cercana—, adquiridas por la entidad a una mipyme de Pinar del Río.
En concreto, el entonces director de la EMCSS desestimó la alerta venida desde la Empresa Provincial de Servicios Legales. Digámoslo sin sutilezas: tiró al cesto de la basura la recomendación de una especialista en Asesoría y Asistencia Legal, quien detectó omisiones e irregularidades en la relación contractual iniciada con la mipyme.
Era preciso examinar el documento en el seno del Comité de Contratación y Compra de la EMCSS. Sin embargo, el directivo envió a la papelera de reciclaje la Resolución 60, de la Contraloría General de la República de Cuba; principalmente lo referido al componente de actividades de control, contratación y pago a las formas de gestión no estatal.
En fin, eludió las observaciones, so pena de que tal decisión podía causarle perjuicios económicos a la entidad y, por extensión, al Estado, ascendentes, a la postre, a 3 241 860 pesos, al dejarse de vender 22 830 refrescos. Por si no resultase suficiente, falsificó dos actas del Comité de Contratación y Compra; en papeles, este órgano sesionó. Y esos mismos papeles luego los presentó al GECSS. Obró así con un propósito obvio: enmascarar la ilegalidad de su actuar.
Igualmente, significativo se torna en el análisis que a cuatro unidades —de las 12 de la empresa municipal que comercializaron el refresco— les importó un bledo la segunda y última prórroga dictada —esta vez por el Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología— para la venta del producto adquirido al titular de la mipyme de Pinar del Río. O sea, esos establecimientos continuaron su expendio del refresco a cuenta y riesgo.
Este ejemplo de la EMCSS, uno de los 13 hechos de corrupción registrados el pasado año en la provincia, ¿por qué ilustra las dobleces del discurso del sancionado por el TPP?
Mientras en mayo de 2023 el GECSS ahondaba en lo sucedido: revisaba este y aquel documento, preguntaba aquí y allá, Escambray publicaba la nota informativa titulada “Para que no se desvíe ni un grano de arroz de las bodegas”, centrada en la detección de cinco casos de malversación en diferentes unidades de este tipo en los primeros tres meses de ese año en el municipio cabecera.
Como dicta el Periodismo, para elaborar el texto todos los caminos conducían a una fuente informativa: la dirección de la entidad de marras. Solícitamente, el máximo representante de la EMCSS le expresó a un colega: “Hoy tenemos un mayor control interno y un mayor enfrentamiento ante el delito, y la corrupción en nuestras unidades y los controles que estamos haciendo son integrales y directos, sin previo aviso o notificación”.
Esta no fue la única aparición del director de la entidad en las páginas de Escambray. A instancias de nuestro medio de prensa, también expuso sus consideraciones a mediados de mayo del año precedente, como parte del proceso investigativo del reportaje “Trago amargo de una malversación”, revelador de cómo fisuras en el sistema de control interno y la falta de principios ético-morales le allanaron el camino a un hecho de corrupción en la Unidad Empresarial de Base La Casiguaya, subordinada a la entidad encabezada entonces por quien fuera penado más adelante.
El exdirector de la EMCSS negó de modo rotundo que la empresa estuviera cruzada de brazos ante el descontrol administrativo y enumeró las acciones implementadas. Y así caía en la telaraña del doble discurso. Seis meses atrás había falsificado las dos actas sobre la supuesta sesión del Comité de Contratación y Compra, ya referidas. ¿Habrá algo más parecido a la sentencia popular de: haz lo que yo digo y no lo que yo hago?
En términos similares pudiera hablarse del ex viceprimer ministro y extitular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, si nos atenemos a sus sistemáticas intervenciones o declaraciones ante la opinión pública, en correspondencia con las responsabilidades. Más que preocupar, molesta recordarlo en aquella emisión de la Mesa Redonda, de la Televisión Cubana, dedicada a informar al pueblo sobre los fundamentos y el carácter específico de las decisiones de nuestro Gobierno para corregir las distorsiones de la economía cubana y reimpulsarla en el 2024.
Para esa fecha —finales de septiembre del año anterior— ya era simulador consumado. De seguro. “La gente no cae en la corrupción en paracaídas. Es un proceso: corrupción es descomposición; es un proceso de pérdida de valores,”, advertía hace apenas unos días Gladys Bejerano Portela, contralora general de la República, en entrevista con la agencia EFE, acerca del actuar de Gil Fernández.
Habría que coincidir, además, con Bejerano Portela en que uno siente el caso de dicho exalto cargo del Gobierno como una traición a Cuba, a su pueblo. Traición porque erosiona la credibilidad del proyecto político y social que decidimos darnos; traición pues echó más leña al fuego de la guerra comunicacional de Washington, aferrado en desmontarlo, en convertirlo en lodo.
Ante los simuladores y su doble discurso —no importa el nivel del cargo que desempeñen—, se erige la ética de la Revolución, ejemplificada en dos paradigmas: Fidel y el Che. Por cierto, la madera de la yagruma es muy poco durable y su médula, hueca. ¿Será casualidad?
Quizás sea también culpable del engaño a los consumidores en las bodegas, pues la donación del arroz es de un kilogramo y en las bodegas te dicen que son dos libras, robándose los 0.1739547 gramos de diferencia por consumidor, lo que al final representan quintales de arroz que se apropian en las bodegas para después venderlo en el mercado negro por cuantías de más de 6 cifras en su totalidad.
Esto es una donación al pueblo cubano, no un modo de enriquecimiento de unos pocos.
¿Quién será el que tiene que verificar y controlar estos hechos?
Quizás alguien que diga: «ese no es mi problema» y se lave las manos como Poncio Pilatos, o quizás se beneficie con este robo al pueblo.
LA RUTA DEL DINERO
Una persona natural cubana, con nacionalidad extranjera reconocida con pasaporte etc.
Crea una empresita cualquiera, mixta, srl u otras. Hace una primera inversión en medios etc, emplea a nacionales o a otras para la puesta en marcha del negocio y acesoria inicial, sobre la marcha deja de cumplir sus compromisos iniciales, usa a discreción gradual y periódicamente a los empleados con posibilidades para llevar hasta 5000 divisas a cualquier país cercano de bajo costo de pasaje, q por demás les sea interés traer mercancías medicamentos etc para vender en el mercado negro aquí.
Así van sacando del país las divisas con las q el estado debiera estar las operaciones de esa propia empresa y otras necesidades de prioridad para la mayoría de la población, todas las formalidades las cumplen con rigor y caso no se ve lo q hacen hasta q un día arrancan y de alguna manera antes de retirarse con el dinero q extraen de aquí montan otro negocio fuera donde es más fácil instalarse uno o varios de los q aquí organizan ejecutan o dirigen la gestión en diferentes posiciones del negocio y se van con los saberes de hacer q se le propiciaron gratis.
No me da la cuenta de esta cadena de distorsiones q hoy puede ser de pequeños montón y pocos volúmenes de producción q se ven como gran cosa en la nada.Pero mañana puede ser tarde, si queremos ser continuidad por ese camino no es.
Mayor Supervisión y Control:
El gobierno podría implementar una supervisión más estricta sobre las operaciones de las empresas y sus propietarios. Esto incluiría auditorías regulares para garantizar que se cumplan los compromisos iniciales y que las divisas se utilicen adecuadamente.
Mayor Transparencia y Rendición de Cuentas:
Las empresas podrían estar obligadas a proporcionar informes detallados sobre sus operaciones y el uso de las divisas. Esto permitiría una mayor transparencia y facilitaría la detección de cualquier actividad sospechosa.
Incentivos para Cumplir Compromisos:
Se podrían establecer incentivos para que los propietarios de empresas cumplan con sus compromisos iniciales. Por ejemplo, podrían recibir beneficios fiscales o acceso preferencial a recursos si cumplen con sus obligaciones.
Educación y Conciencia:
Crear conciencia entre los empleados y la población en general sobre las consecuencias negativas de estas prácticas. Esto podría incluir campañas de sensibilización y educación sobre la importancia de mantener la integridad empresarial.
Mayor Participación Ciudadana:
Involucrar a la sociedad civil y a los ciudadanos en la supervisión de las empresas. Esto podría incluir la creación de comités de vigilancia o la promoción de denuncias anónimas.
Sanciones y Penas más Severas:
Establecer sanciones más severas para aquellos que incumplan sus compromisos iniciales o utilicen divisas de manera inapropiada. Esto podría disuadir a las personas de participar en estas prácticas.
En última instancia, se necesita una combinación de medidas para abordar este problema y garantizar que las empresas operen de manera ética y en beneficio de la mayoría de la población.
Excelente trabajo periodístico de este gran periodista, estoy seguro que hay muchos y muchas reflejados ahí o sea lobos con piel de cordero o mejor dicho corrupt@s predicando moral en calzoncillos, por ejemplo y esto todo el que sea de este municipio lo sabe porque ya es demasiado, en el municipio de Yaguajay hay un director de una empresa de la agricultura que está retratado en este artículo incluso el personaje de la ilustracion o caricatura que acompaña el trabajo periodístico es idéntico, pero lo peor estimado periodista no es la corrupción en si, sino es el grado de compromisos, comprometimiento y relaciones que genera quien la práctica haciéndose invulnerable, intocable y vitalicios en el cargo. Felicito al periodista por este excelente artículo.
Que métodos se están implementando para proteger al consumidor frente a lo incómodo que resulta ir a comprar y que te digan que no hay conexión. Incluyendo, obvio, la obligatoriedad del uso de tarjetas para la gasolina y las tiendas MLC… No es fácil. Podrían investigar sobre eso.
La prensa puede ayudar mucho a prever que es lo ma simportante, de poco vale reseñar la existencia de un juicio pero… lamentablemente nuestra prensa en la mayoria de las ocasiones reseña criterios triunfalistas de funcionarios que estoy seguro que no convencen ni al publico ni al propio periodista pero esos son los que generalmente se publican desconociendo que hoy cualquiera pone una noticia en manos de miles, mas de lso que oyen la radio o ven la Tv o menos aun leen la prensa y cuando empiezan a creer en esos mensajes les cuelan las FAKES y tambien las creen. La prensa tiene que acudir mas a la investigacion y a poner en duda cualquier criterio aunque lo diga el director de la empresade comercio. los periodistas tienen el olfato social desarrollado y hace falta usarlo.
Cómo siempre, noticia incompleta, cómo se llama el ex director? Ahora pq habló G. Bejarano el periodista se atreve a abordar el tema. De corrupción hay mucha tela por donde cortar y acerca de Gil, muchas preguntas din respuestas.
A la corrupcion no se llega en paracaidas, eso es un proceso. Clarito, clarito. Quiere esto decir que ante un hecho de corrupcion hay muchas mas personas responsables que por accion o por omision participaron del mismo. Al hecho que colma la copa se llega despues de muchas gotas de corrupcion que se van acumulando y se van haciendo forma de actuar de los dirigentes que lo cometen, la poca observancia o la tolerancia de estos actos iniciales son los que propician que se siga adentrando en cosas mayores y se llegue al final a un gran acto de corrupcion. el detectar a tiempo estos pequeños hechos o estas formas de actuar iniciales es donde radica el verdadero impacto del control interno o de los controles de los niveles superiores.
Otra arista del analisis es que a la corrupcion no se llega solo tampoco, es necesario un grupo de colaboradores que son complises del actuar de los jefes y tan responsables como estos. Casi siempre los hay hacia arriba y hacia abajo del personaje principal que comete el acto.
La yagruma está hueca desde hace mucho tiempo tenemos que remontarnos a los tiempos de Luis Orlando Dominguez y después una sarta de hechos como los de Diocles Torralba, Ochoa, Juan Carlos Robinson, Laje, Felipe, Carlos Valenciaga, Otto Rivero y un largo etc etc etc etc hasta la actualidad, ah y todos parte de la Nomenclatura y del PCC
Nada mas con ver el nivel de vida que se dan todos eso directivos corruptos ya sabes que no andan claros en sus andanzas, lo que pasa es que a veces no se quiere «ver»