Yanielkis Duardo no moja, pero… salva. La licencia para parafrasear el refrán popular es intencional. Es que le viene como anillo al dedo a quien se ha convertido en las últimas campañas en uno de los mejores y más consistentes relevistas del país, aun cuando no goza de los favores mediáticos que merece.
Esta condición, afianzada en la temporada beisbolera cubana 2023-2024, lo llevó a integrar el equipo de Estrellas, selección que animó la serie con el mismo nombre frente al campeón de la II Liga Élite: Matanzas, con un elenco conformado por los mejores jugadores que intervinieron en los restantes conjuntos participantes.
Fue esta temporada la mejor de sus 11 campañas en el béisbol cubano. Primero en la Serie Nacional número 62 con Sancti Spíritus y después en la Liga con el propio equipo, el trinitario integró el equipo Todos Estrellas como mejor relevista.
En la Nacional, Duardo la integró por primera vez al resultar líder en juegos salvados (16) y en partidos lanzados y relevados (33). En 55 innings trabajados acumuló PCL de 1.15 y 0.75 WHIP, con solo 161 de average de los contrarios y balance de 6-4, 42 ponches y 12 boletos.
En la Liga Élite relevó 14 partidos, con saldo de una victoria, una derrota y 10 juegos salvados (líder); en 26 entradas de labor, compiló para 1.73 PCL y 0.88 WHIP, los contrarios le batearon para 184, propinó 24 ponches y regaló apenas cinco boletos.
Como refuerzo de Industriales en la fase de semifinales, solo lanzó uno y un tercio de inning.
Su desempeño en la Serie Nacional lo llevó a integrar, como refuerzo, el equipo de Granma que intervino, como representación de Cuba en su condición de campeón de la 61 Serie Nacional, en la Liga de Campeones de Béisbol que tuvo lugar en México y donde el trinitario logró su primer triunfo internacional como relevo gracias al cero propinado en la octava entrada como sustituto del abridor Erlys Casanova.
Con los saldos de esta temporada 2023-2024, Duardo mejoró ostensiblemente sus estadísticas y, con los 10 salvados de la II Liga Élite, elevó a 78 el acumulado de por vida, que lo confirma entre los mejores relevistas cubanos de la última década.
Interrogado por esta reportera, definió así la clave de sus resultados: “Hice el mismo entrenamiento de todos los años, aunque la experiencia va siendo otra y el pensamiento no es el mismo, miro siempre los juegos, a ver qué lance le hace daño al contrario. Trabajo de acuerdo con los bateadores, según los lances que les molestan en el momento que hace falta.
“La paciencia es muy importante a la hora de lanzar, no apurarte para que el lance no te cueste el partido. A la hora de venir a pitchear, tienes que venir concentrado al box, no te puedes desesperar, casi siempre vengo en momentos difíciles para el juego, con hombres en base, por eso me concentro en el bateador. Lanzar pegado, se lo digo a los muchachos, para mí y muchos es el lance más difícil para batear”.
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